Aunque la mayoría de los youtubers los considere como un cruce entre Ronaldo/Messi —no me gusta el fútbol— y Salsa Rosa, buscando el dinero fácil haciendo el gilipollas, reconozco que PewDiePie al menos es siempre legal en su forma de actuar y en el fondo me cae simpático. Muy en el fondo. Pero el anuncio de que cuando llegara a los 50 millones de suscriptores borraría su canal de YouTube se ha cumplido. Al menos en parte.
Tras dar la noticia la vuelta al mundo, con los periodistas y blogueros sacando todo tipo de conclusiones porque apuntaba a YouTube como causante de su decisión, PewDiePie ha borrado su otro canal. Un segundo canal que abrió en octubre. Una broma que ha dejado en evidencia a los que se la creyeron y se montaron películas, porque para borrar un canal de YouTube que genera millones de euros al año en publicidad y promoción hay que ser muy idiota.
Vía: The Verge.