Con la clara intención de innovar, LG presentó un G5 al que se le podía cambiar la parte inferior entre distintos módulos, pero en última instancia los consumidores han considerado que no eran suficientemente atractivos. Comprar un teléfono de 700 euros, ahora ya a menos de 500 €, y luego hacer una inversión en módulos no parecía razonable.
Por eso LG estaría preparando un G6, o como termine siendo llamado, que va a romper con lo hecho anteriormente por la compañía en un intento por reflotar su división de telefonía. Además la presentación del teléfono podría ser antes del Mobile World Congress de finales de febrero para quitarle notoriedad a la presentación del Galaxy S8, y su puesta a la venta a principios de marzo para intentar captar al público que quiera renovar cuanto antes. Samsung ha tenido un buen año con las ventas del Galaxy S7, aunque el Note7 le haya explotado en las manos —chiste fácil recurrente, lo siento—.
Su diseño mezclaría cristal y metal, distinto al habitual aluminio de ahora, o las opciones plástico y cuero de modelos anteriores como el G4, lo que en realidad lo acercaría a lo que hacen otras compañías y sería bastante más pequeño que el G5. También se habla de que será a prueba de agua y tendrá carga inalámbrica, e incluso podría llegar con escáner de retina para al desbloqueo rápido del teléfono.
Vía: GSM Arena.