Los problemas de tramposos son muy comunes en cualquier juego, y más en algunos en línea como League of Legends donde se congregan decenas de millones de jugadores cada mes. Recientemente la compañía desarrolladores, Riot Games, demandó a un servicio de suscripción de bots para que jugaran automáticamente con la cuenta de los jugadores —más bien los propietarios de las cuentas, que no jugaban—, y ganó la demanda.
LeagueSharp, como se llamaba el servicio que cerró las puertas en enero, tendrá que pagar a Riot Games la cantidad de 10 millones de dólares. El motivo es que en el juicio se ha estimado que el software utilizado por LeagueSharp para saltarse los sistemas antitrampas de League of Legends iba en contra de la Ley de Derechos de Autor de la Era Digital estadounidense (DMCA).
Además, LeagueSharp realizaba ataques a los servidores de Riot Games, e incluso acosaron y recabaron información de uno de los desarrolladores del juego con la intención de conseguir su objetivo de mantenerse funcionando.