La autonomía de los dispositivos es el problema hoy en día, ya que a medida que avanza la potencia de los procesadores y la calidad de las pantallas no ha mejorado de manera similar la densidad de energía de las baterías. Pero el inventor de las baterías de ion de litio, John Goodenough, ha desarrollado junto a María Helena Braga de la Universidad de Austin una batería de estado sólido que utiliza cristal como electrolito.
Con esta batería se obtiene tres veces la densidad de energía de las actuales baterías de ion de litio, o dicho de otro modo, triplicará la capacidad de las baterías en el mismo espacio. En el caso de este tipo de tecnologías que mejoran las baterías el problema suele residir en su método de fabricación, pero en este caso Gooenough asegura que serán más sencillas de fabricar.
Además, este tipo de baterías son más seguras, ya que la barrera electrolítica no puede ser perforada por las dendritas que surgen a partir de los cristales que se forman en el interior de las baterías de ion de litio con el tiempo y el uso. Estas baterías también podrán funcionar en temperaturas más bajas, en torno a los –20 ºC, se podrán utilizar durante 1200 ciclos de carga y descarga, y son mejores para el medioambiente al usar sodio en vez de litio para el electrolito.