El primer teléfono de la compañía de Andy Rubin, cocreador de Android, ha empezado a ser enviado a los que lo reservaron meses atrás, y uno de los modelos ha caído en manos de los chicos de iFixit. Pero lejos de ser un teléfono bien diseñado internamente para favorecer las reparaciones, lo han calificado de desastre y le han puesto una nota de reparabilidad de 1 sobre 10. En comparación, al iPhone 7 le dieron una nota de 7, al Pixel XL un 7 y al Galaxy S8 un 4.
Lo único positivo que han dicho del teléfono es que usa tornillos estándar de Philis. Entre los aspectos negativos que destacan están que el puerto USB tipo C está soldado a la placa —si se rompe, el cambio es muchísimo más complicado—, se ha hecho un uso abusivo de pegamento para mantener todo en su sitio, por lo que retirar cualquier pieza puede provocar más daños de los que se pretende reparar, y han tenido que aplicar un frío extremo para poder empezar a abrirlo porque con calor no lo conseguían.
La pantalla resultó partida al intentar abrirlo. Aquellos que cuiden bien de sus teléfonos no tendrán problemas, pero los que terminen rallando o dañando alguno de los componentes van a tener que tirar el teléfono y comprar uno nuevo si no está en garantía. Dudo que algún servicio técnico sea capaz de abrir este teléfono para repararlo.
Vía: The Verge.