Los procesadores Ryzen aportan una buena relación de potencia-precio a los equipos, pero han dejado un poco de lado los fabricantes de placas base a los que quieren montarse un mini-PC. MSI viene a reparar el entuerto con la B350I PRO AC, que permitirá utilizar tanto los procesadores Ryzen como las APU que usan el zócalo AM4 de la compañía. Eso incluye a las próximas APU con núcleos Zen y chip gráfico Vega integrado.
Esta placa base incluye un chipset B350, pero tiene un diseño que permitirá cierto nivel de subida del procesador ya que incluye seis fases de alimentación para la CPU y dos para la memoria. El circuito de sonido utiliza un códec ALC887 de Realtek, y el conector Ethernet utiliza un controlador 8111H también de Realtek, con tres conectores de 3.5 mm traseros. Como la mayoría de placas mini-ITX, integra conectividad inalámbrica, y en este caso wifi 802.11 ac y Bluetooth 4.2.
La placa solo dispone de una ranura PCIe 3.0 ×16. Cuenta con cuatro conectores SATA3, un cabezal para USB 2.0 frontal y otro para USB 3.0. Dispone de una ranura M.2 2280 para un SSD de tipo SATA3 o PCI 3.0 ×4. En la parte trasera se incluye los dos conectores de antena, la toma Ethernet, dos USB 2.0, dos USB 3.0 y dos USB 3.1, más un DisplayPort 1.2 y un HDMI 2.0. En la parte derecha se incluye dos bancos de memoria para DDR4 de hasta 3200 MHz —lo máximo que suele ser configurable para los procesadores Ryzen sin demasiados quebraderos de cabeza—.
El precio de la placa base, como todas las mini-ITX que son bastante más caras que unas más comunes micro-ATX o ATX, y cuesta 139 euros.
Vía: Guru3D.