Apple ha introducido en los últimos MacBook Pro y en el iMac Pro un coprocesador de diseño propio. Su objetivo es el de descargar al procesador principal la realización de ciertas tareas, pero también el de reducir el consumo de dichas tareas, ya que usan una arquitectura ARM, y es donde se encuentra el elemento seguro para Touch ID o el arranque seguro. El MacBook Pro 2016 introdujo el coprocesador T1 y el iMac Pro el T2, pero los nuevos Mac que presentaría Apple este otoño también incluirían un coprocesador.
Apple está pendiente este año de introducir un nuevo Mac Pro de actualización más fácil, frente al modelo papelera que presentó hace unos años —muy bonito, pero difícil de actualizar incluso para Apple—, y ese sería uno de los que lo usaría y llegaría en otoño. También tiene que renovar el iMac con los procesadores Coffee Lake, y previsiblemente presentará nuevos Mac Mini —se prevé que con los Kaby Lake G con GPU integrada RX Vega—, así como nuevos MacBook Pro para los que no se prevén grandes cambios.
Apple también renovaría en otoño el iPad. Se especula con que incluya un procesador serie A con una GPU desarrollada en casa, en lugar de utilizar una PowerVR de Imagination Technologies, ya que Apple avisó el año pasado de que daba por terminada su colaboración con esta empresa, y el A11 Bionic ya incluye una GPU desarrollada por la compañía. Tener el control de diseño de la GPU, junto con los controladores específicos Metal, los cuales van por la versión 2, pueden aumentar aún más el rendimiento gráfico de los ya de por sí potentes chips serie A.
Vía: 9to5Mac.