Las graves vulnerabilidades que representan tanto Meltdown como b para los procesadores modernos van a estar presentes durante años. Las mitigaciones que se han establecido a nivel de actualizaciones de firmware y de los sistemas operativos han acotado el problema potencial que suponen, pero el parche que distribuyó Intel inicialmente provocaba reinicios a un número amplio de usuarios. Tras decir que se mantuviera en distribución los parches de UEFI/BIOS de las placas base, optó días después por pedir que se dejaran de distribuir. Incluso Microsoft ha tenido que distribuir un parche opcional para desactivar la solución de Intel.
Finalmente Intel ha empezado a distribuir nuevas versiones definitivas de los parches de Meltdown y Spectre, tras diversas compañías probarlo e incluso distribuir nuevos parches con esa solución para evitar problemas mayores. Están disponibles por ahora para los procesadores Skylake, y esperan distribuir en los próximos días la solución para los procesadores Broadwell y Haswell. El nuevo microcódigo estará disponible en forma de actualizaciones de BIOS.
Intel también indicó en la conferencia de inversores de hace un par de semanas que los procesadores que lleguen este año —se entiende que de nuevas generaciones— serán inmunes a Spectre y Meltdown, ya que introducirán cambios en sus arquitecturas. Lo recomendable de cara al usuario es comprobar si hay parches disponibles para la placa base que se tenga e instalar la actualización pertinente. Aunque no se han dado todavía casos de un uso real de estas vulnerabilidades, son suficientemente graves como para protegerse en todos los frentes. Hay una herramienta que os dirá si vuestro equipo está protegido.