A finales de este mes se celebra en España el Mobile World Congress, en la ciudad de Barcelona, y como anticipo de lo que espera ver allí Qualcomm ha permitido a diversos medios el acceso a un terminal de prueba que incluye su procesador más potente para este 2018: el Snapdragon 845. La compañía proporcionó (casi) todos los detalles del chip a principios de diciembre, sobre todo relacionado con la arquitectura, los núcleos núcleos y los extras —entre los que no falta una mayor potencia para tareas relacionadas con la inteligencia artificial—.
Las mejoras de este sistema en chip (SoC) no son tan superiores como se podría esperar en un principio. Cuenta con una mejora sustancial en lo referente a tareas de encriptación y dispone de mayor ancho de banda de memoria. En algunas pruebas mejora hasta un 20 % respecto al Snapdragon 835, pero en otras se queda en torno a un 8 %. En el uso diario de un teléfono con un Snapdragon 845 no parece que vaya a notarse mucho la diferencia.
Sobre la GPU, una Adreno 630, las mejoras de rendimiento son buenas, pero no excesivas. También han tenido en cuenta parámetros de consumo, lo que permite arrojar en una comparativa que también han publicado que el SD845 alcanza los 37.5 FPS por vatio, o un consumo aproximado de 4.02 W en la prueba de T-Rex, frente a los 31.3 FPS/W o 3.45 W de consumo para el Snapdragon 835.
La conclusión es que el Snapdragon 845 se trata de una mejora incremental más que un procesador que vaya a revolucionar el mercado o que vaya a marcar una importante diferencia de rendimiento respecto al Snapdragon 835. Teniendo en cuenta que el Kirin 970 de Huawei es un procesador que está en la línea de este Snapdragon 845, solo queda saber cómo va a ser el Exynos 9810 de Samsung —y la potencia del nuevo núcleo Exynos M3— para saber quién se corona como rey de los SoC de este año.
Vía: AnandTech, Android Police.