LG ha añadido un nuevo monitor a su catálogo, y lo hace con el cada vez más popular alto rango dinámico (HDR) de imágenes. Sin embargo, el 38WK95C cae dentro del cajón desastre en el que todos los fabricantes están metiendo sus monitores con algo de mejora visual o interpretación de los estándares HDR, como el HDR10 que interpreta este modelo, pero que no llegan a lo que se entiende por HDR como para mejorar sustancialmente la calidad de color.
El panel del 38WK95C-W es de 37.5 pulgadas de tipo IPS curvo con una resolución de 3840 × 1600 píxeles, y dispone de un refresco de pantalla de 60 Hz y un tiempo de respuesta G2G de 5 ms. La calidad de color es de 10 bits (8 bits + FRC), y cubre el 99 % de la gama sRGB, con 300 nits de brillo normal y contraste estático 1000:1, por lo que faltaría por saber el máximo real que alcanza para autodenominarse «compatible con HDR». En estos casos suelen alcanzar los 450 o 500 nits al activarlo. El panel es compatible con la tecnología de refresco adaptativo FreeSync de AMD.
En el terreno de la ergonomía, solo se puede regular su inclinación entre –5º y 15º, y su altura hasta +100 mm. Tiene un diseño de pantalla con pocos marcos, y un tamaño de 495.3 × 896.62 × 236.22 mm así como un peso de 9 kg. Los conectores incluyen dos HDMI 2.0, un DisplayPort, dos USB 3.0 y un USB 3.0 tipo C compatible con carga de 60 W, DisplayPort 1.2 y datos USB 3.0. Los altavoces de 10 W incluidos disponen de refuerzo de graves así como Bluetooth.