Intel está dando un buen empujón publicitario a sus dispositivos Optane, la marca comercial bajo la cual se vende la memoria 3D XPoint. Se trata de una alternativa a la NAND pero de latencia mucho mejor, aunque en esencia sigue conformando unidades de estado sólido (SSD). Tras anunciar los kits de procesadores Coffee Lake con memoria Optane a través de los Core+, también ha convencido a los fabricantes de placas base para que la vendan en kits similares. Al menos de momento ha podido convencer a Gigabyte.
A través de su marca jugona Aorus, Gigabyte va a ofrecer las placas Z370 AORUS GAMING 7-OP, Z370 AORUS ULTRA GAMING WIFI-OP, Z370 AORUS ULTRA GAMING 2.0-OP, y Z370 HD3-OP, con un módulos M.2 de memoria Optane de 32 GB. Puede actuar como memoria caché de discos duros, situándolos en la línea de los discos duros híbridos que integran una memoria NAND, pero también de los SSD, aunque en este caso no se note excesiva diferencia de rendimiento.
Las placas base se irán poniendo a la venta en las próximas semanas, y son exactamente los mismos modelos sin el «-OP» del final del nombre, con un módulo M.2 de Optane preinstalado. Con la mejora que ha realizado Intel a Optane en los últimos tiempos, pudiendo usarse de caché también de unidades de almacenamiento secundarias y no solo de la principal, puede tener mayor interés para los que compran un SSD de poca capacidad y luego usan un disco duro para almacenar la mayoría de la información.
Eso sí, no sirve de nada para leer o guardar archivos grandes, ya que en esa caché se almacenan los archivos más leídos del disco del que hace de caché. Por ejemplo, es útil para el arranque de programas y juegos que haya instalados. Intel tiene claro que la hora de Optane ha llegado, aunque no haya conseguido por ahora la visibilidad suficiente de cara al usuario final.