Intel anunció a principios de año que la producción en masa de sus chips a 10 nm llegaría en la segunda mitad de 2018. En la presentación de resultados del primer trimestre del año, la compañía ha dedicado unas palabras a la producción en este nuevo nodo, aunque no es nada que no se supiera ya. La inmensa mayoría parte de los procesadores fabricados a 10 nm llegarán en 2019, dejando para 2018 solo una pequeña parte de la producción, que podrían ser algunos modelos de procesadores Coffee Lake a 10 nm de bajo consumo.
Esos procesadores podría ser los sustitutos de los Coffee Lake U como el Core i7-8550U. Además, teniendo en cuenta que acaban de aterrizar prácticamente los nuevos procesadores Coffee Lake y las placas base económicas con chipsets de la serie 300, tampoco tiene excesiva necesidad de apresurar la puesta a la venta de los procesadores a 10 nm. Tampoco ayuda que los procesadores Ryzen 2000 sean refritos de los Ryzen 1000 con en torno a un 10 % más de potencia, lo que evita la necesidad para Intel de contraatacar a AMD.
Según Brian Krzanich, el director ejecutivo de Intel:
Estamos distribuyendo un bajo volumen de chips a 10 nm, y el rendimiento de producción está mejorando, pero la tasa de mejora es peor de la que anticipamos. Por tanto, la producción en volumen se mueve de la segunda mitad de 2018 hasta 2019. Conocemos los problemas de la producción y hemos definido mejoras para ellos, pero llevará tiempo implementarlas y comprobarlas.
Como he dicho, esas palabras sobre los 10 nm no cambian demasiado el itinerario planeado por la compañía para 2018, según lo indicado el pasado mes de enero, y tampoco debería sorprender. Los nuevos chips a 10 nm también llegarán con inmunidad a las vulnerabilidades Spectre y Meltdown, y quizás resolver esos problemas también tengan que ver con el retraso de la puesta a la venta de la mayoría de los nuevos procesadores a 10 nm.
Vía: Guru3D.