La imagen de Facebook se ha visto dañada por el escándalo de Cambridge Analytica. Esta compañía británica se hizo con los datos de millones de usuarios de la red social gracias a la aplicación desarrollada por un contratista de la misma, aprovechándose de cómo era la API hace unos años.
El escándalo ha hecho que la compañía de Mark Zuckerberg comience a realizar reformas en la red social. Entre otras acciones, Facebook ha comenzado una inspección en profundidad de todas las aplicaciones que hayan obtenido datos de sus usuarios en estos años, viendo el uso de los mismos y bloqueándolas si han abusado de ellos.
Este proceso de inspección consta de dos partes, siendo la primera una revisión exhaustiva para identificar a las aplicaciones que accedieran a datos de Facebook. En la segunda, en aquellos casos en los que encuentren anomalías, procederán a realizar solicitudes de información sobre la aplicación y los datos obtenidos a sus responsables, realizando auditorías, las cuales pueden incluir inspecciones in situ.
De momento, de las miles de aplicaciones que han analizado hasta la fecha, han encontrado 200 que han suspendido hasta que se investigue si hicieron un mal uso de los datos que recabaron. Una vez se haya determinado el mal uso, serían bloqueados, notificando a los usuarios de la misma de este hecho a través de una web habilitada para ello.