Intel ha comentado recientemente que espera que sus primeras tarjetas gráficas dedicadas estén disponibles comercialmente en 2020, por lo que el grupo dedicado a su desarrollo necesita refuerzos para terminar el desarrollo de la arquitectura de la unidad de procesamiento gráfico (GPU) que incluirán.
Uno de los proyectos en este sentido en el que estuvo metida Intel fue el de Larrabee, una arquitectura de GPU que desechó definitivamente en 2010. En parte, el motivo fue que no pudo convertirla en competitiva en DirectX y OpenGL, aunque el conjunto de instrucciones de la arquitectura (ISA) y otros aspectos fueron aprovechados para otros productos, como las unidades gráficas integradas de sus procesadores
Uno de los responsables de ese proyecto fue Tom Forsyth, el cual se va a reintegrar a Intel tras ser contratado por Raja Koduri para su equipo de desarrollo. Según Forsyth, todavía no sabe en qué va a trabajar exactaemente. Forsyth ha trabajado también para Oculus VR, Valve y 3D Labs, por lo que su contratación podría tener que ver con la compatibilidad de la nueva arquitectura de unidades gráficas de Intel con las gafas de realidad virtual.
No se espera de momento que una primera generación de estas tarjetas gráficas dedicadas de Intel lleguen al sector jugón, aunque Intel tiene amplia experiencia con DX11 y DX12 a través de sus unidades gráficas integradas, por lo que tampoco se puede descartar. Como para 2020 queda poco y también mucho, habrá que ir esperando a la información que vaya dando al respecto la compañía para saber la orientación inicial de sus GPU. Pero lo que no se puede decir es que Intel no esté soltando fajos de billetes en contrataciones de alto nivel para que esa nueva arquitectura de GPU sea un éxito.