Qualcomm y Microsoft llevan trabajando algo más de dos años en llevar Windows 10 a portátiles, convertibles y tabletas con procesador de arquitectura ARM, y por el momento hay un par de equipos con Snapdragon 835 presentados y con disponibilidad limitada para comprar. Pero esa colaboración se va a complementar también con sistemas en chip (SoC) específicos para estos equipos, optimizando ciertos aspectos de compatibilidad, pero siendo en esencia los mismos Snapdragon.
Si bien se espera hay anunciado un Snapdragon 850 para estos equipos, que es un Snapdragon 845 subido apenas 200 MHz hasta los 2.96 GHz, Qualcomm también estaría trabajando en lo que están llamando por ahora Snapdragon 1000, si bien el nombre final que tenga no tiene por qué ser este. Su tamaño sería más grande que el del Snapdragon 845, que pasaría a ser de 20 mm × 15 mm, frente a los actuales 12 mm × 12 mm, duplicando la potencia de procesamiento, y sería más pequeño que los 45 mm × 24 mm de los procesadores de Intel. Llegaría con la arquitectura de núcleo Cortex-A76, ya que se espera para algún momento del próximo año.
El Snapdragon 1000 tendría una potencia de diseño térmico (TDP) de 6.5 W, frente a los 4.5 W y 15 W de los procesadores de las serie Y y U de Intel, orientados a ultraportátiles y portátiles de bajo consumo respectivamente. El SoC tendría un consumo total de 12 W, y podría gestionar hasta 16 GB de memoria LPDDR4X y dos unidades de 128 GB de tipo UFS, con wifi 802.11ad —la nueva versión que poco a poco se está abriendo camino al mercado—, una conexión LTE de más de 1 Gb/s, y un sistema de gestión de consumo optimizado para estos equipos.
Vía: Ars Technica.