Las compañías tecnológicas están presentado sus resultados financieros correspondientes al segundo trimestre de 2018, y la siguiente en hacerlo ha sido Intel. Han sido unos resultados bastante sólido, con un aumento del 15 % de los ingresos respecto al mismo periodo de 2017, siendo de 17 000 millones de dólares. El margen bruto se ha mantenido similar, en torno al 61.4 %, y los beneficios netos han sido de 5000 M$, frente a los 2800 M$ del mismo trimestre de 2017.

Con esto, la compañía cerrará su tercer mejor años de sus cincuenta años de historia, con mejoras de ingresos en todos los sectores. Esto significa que el sector PC ha aumentado sus ventas, ya que AMD se ha beneficiado enormemente de la coyuntura actual y del buen hacer de los procesadores Ryzen, sin perjudicar en la práctica las ventas de los procesadores de Intel. Puede significar también la recuperación del sector PC, y que la guerra de los núcleos entre AMD e Intel está motivando al comprador a renovar sus equipos.

Los procesador de 8.ª generación para portátiles han sido un gran éxito, pasando de cuatro a seis núcleos físicos, y el core i9-8950HK tiene tirón para los equipos más potentes. Intel también puso a la venta el Core i7-8086K con turbo a 5 GHz, conmemorativo de los 40 años del procesador 8086 y la arquitectura x86.

La compañía también ha indicado en la presentación que los equipos con procesadores a 10 nm no llegarán hasta la Navidad de 2019.

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