Gigabyte no se pierde la renovación de las placas base generalistas de gama alta con el nuevo chipset Z390, si bien ha sido bastante más contenido que otras compañías y solo ha presentado diez modelos distintos. Ocho de ellos son en formato ATX, uno en micro-ATX y otro mini-ITX, si bien van a necesitar alimentación adicional para los procesadores de ocho núcleos. Por ello requieren de dos conectores EPS de 4+4 pines, o uno de 4+4 pines más otro de 4 pines en los modelos menos orientados a overclocking.
Es un pequeño detalle para los que quieran renovar su equipo, porque la mayoría de fuentes de alimentación solo incluyen un EPS. La mayoría de estas placas base tienen un audio bueno, salvo las más económicas como la Z390 UD, y de una a tres ranuras M.2 para almacenamiento de SSD. También se pueden usar cinco de estos modelos para disposiciones de dos tarjetas gráficas de AMD o Nvidia, y cuentan con una iluminación que va del RGB en múltiples zonas incluidos algunos dispersores aparatosos para los MOSFET del módulo de regulación de voltaje (VRM), el chipset o el circuito de audio. De hecho, en la Z390 AORUS Master y similares, Gigabyte menciona un 30 % menos de temperaturas en los MOSFET gracias a su diseño de caloducto y disipadores con aletas. Este modelo también dispone de placa trasera de refuerzo.
Gigabyte aprovecha el controlador integrado en el chipset para dotar de wifi 802.11 ac y Bluetooth 5.0 a seis de los modelos, lo cual será una ventaja para muchos potenciales compradores. No faltan los conectores que entregan 15 W para las bombas de agua, los conectores de tiras de ledes RGB, y otros extras que variarán en función del modelo concreto. La conectividad suele estar bien cubierta, con una buena cantidad de USB 3.0 y USB 3.1, o incluso USB 3.1 tipo C, con al menos un conector HDMI.