Tim Cook es un gran director ejecutivo para Apple, pero uno que está mucho más alejado de la realidad de sus productos. Puede que Steve Jobs tuviera más fallos que aciertos mientras estuvo en Apple y otras compañías, pero al menos tenía claro que lo que primaba era el diseño de los equipos y de los programas que le acompañaban. Tim Cook ciertamente no está interesado en el diseño sino en los beneficios trimestrales.
Según The Wall Street Journal, que hace un repaso a la dirección del diseño industrial de los productos de los últimos años en Apple, Jony Ive habría dejado de lado el día a día desde 2015 mal que le pesara a sus subalternos. De hecho, Entre 2015 y 2017 los responsables inmediatamente por debajo de Ive de diseño de productos habrían sido casi ninguneados por los diseñadores de la compañía, ya que solo querían el visto bueno directo de Jony Ive.
En 2017, Cook pidió a Ive que retomara el día a día del diseño de la compañía, pero tras un periodo en el que parecía que iba a ser así, empezó a no presentarse a reuniones importantes, debido al desencanto que tendría Ive con Cook por su falta de interés en innovar y probar nuevos diseños para los productos. Jobs le dejaba mucha manga ancha a Ive en el terreno del diseño, pero Cook ha limitado más la inventiva de la compañía para asegurar los márgenes de beneficios.
Entre unas cosas y otras, Ive abandona Apple para fundar su propia compañía, LoveFrom, con la que poder crear los diseños que cree más convenientes para sus clientes. Empezando por la propia Apple, que será su principal cliente en sus primeros meses (o años) de vida.
La fecha de 2015 en la que Ive empezó a abandonar la compañía coincidió con el lanzamiento del Watch. Es un producto que Ive quería vender como un mero complemento de ropa y no como un producto tecnológico, y al final llegó al mercado un híbrido que no cumplía con lo que Ive creía que debía ser. Eso llevó a que de los modelos iniciales de lujo del Watch, esos que superaban los quince mil euros de precio, no se vendiera más que el 25 % de lo previsto por Apple.
Sea como sea, he comentado más de una vez que los actuales productos de Apple carecen de innovación en su aspecto. Y es una decisión que aumenta los beneficios porque, si en vez de mantener el diseño de los iPhone durante dos años lo mantiene durante tres o cuatro años, amortizas su coste en más años. Pero a lo que te enfrentas es que el diseño de los móviles de la competencia ha evolucionado más rápido que el de Apple. Es una pena que de marcar tendencias Apple haya pasado a marcar beneficios.
Vía: The Verge.