EE. UU. está ganando terreno en su guerra comercial con China, en un tira y afloja que está empezando a notarse en la economía del resto de países. Si no terminan con ella pronto, podría llevar a una crisis económica peor de la de hace diez años; si arreglan sus diferencias, igual solo se queda en una crisis más. Sea como sea, Apple es una de las grandes perjudicadas y quien lleva ya muchos meses estudiando mover una buena parte de su producción fuera de China.
Se trata de toda la que tenga que suministrar al mercado estadounidense, ya que la imposición de nuevos aranceles por parte de EE. UU. puede afectar, ya sí, directamente a todos sus productos, y la respuesta de China le pillaría en fuego cruzado. Se está hablando de que Apple estaría valorando mover entre el 15 % y el 30 % de su producción fuera de China.
Algunos proveedores de Apple ya han movido parte de sus producciones fuera de China, o más bien han redistribuido la producción para asegurarse de que la producción de componentes destinada a EE. UU. esté fuera de China. Puesto que Apple no tiene fábricas, lo que aquí se entiende es que el ensamblaje final de los dispositivos se realice fuera de China por parte de empresas como Foxconn o Pegatron, y ambas ya han empezado a mover una pequeña parte de su producción fuera del país. Pero también están Quanta, Wistron, Compal o Inventec —esta última dedicada al ensamblaje de los AirPods, y no es que estén teniendo fama de ser fiables—.
El principal problema de Apple es que en los últimos años los proveedores de Apple asentados en China han aumentado, y de hecho ya cuenta con 41 proveedores chinos frente a 37 estadounidenses, según indica el diario Nikkei. Aun así, el movimiento de la producción o reestructuración de la cadena de proveedores va a llevar tiempo si se quiere hacer correctamente, por lo que la producción de Apple no va a variar sustancialmente este año.
El 90 % de la producción de Apple sigue estando en China a pesar de los últimos movimientos, y próximamente se podría mover parte de ella a México, la India, Vietnam, Indonesia o Malasia, al menos en lo que se refiere a los iPhone. Teniendo en cuenta que el 37 % de la producción de iPhone va a EE. UU., la compañía tendría que negociar con sus ensambladores mover ese volumen a un país más beneficioso para los intereses de Apple, pero llevaría al menos año y medio empezar la producción en otro lugar.
Vía: GSM Arena.