Intel podría presentar en junio de 2020 sus primeras tarjetas gráficas de arquitectura Xe, pero mientras tanto está dando información sobre ellas en diversas conferencias y reuniones. En una de las últimas, celebrada en Japón, ha hablado sobre las unidades gráficas integradas en los procesadores Tiger Lake que llegarán el próximo año, indicando que proporcionarán el doble de rendimiento que la de los actuales Ice Lake.
La integrada más potente que tiene actualmente Intel es la Iris Plus G7 de 64 unidades de cómputo y una potencia de cálculo de 1.12 TFLOPS, que es superior a lo que Intel tenía ahora mismo de la gen. 9 de gráficas integradas. Es similar a una Vega 10 de AMD, y con lo indicado por Intel se pondría más en la línea de una RX 560, lo que sería apto para FHD y 60 Hz a calidad alta en una buena cantidad de juegos, pero sobre todo en los de deportes electrónicos que es donde está incidiendo más la compañía.
El comienzo de la descatalogación de los Kaby Lake G, que llegarán a su fin de vida útil a mediados de 2020, apunta a que Intel va a tener una alternativa de gráfica integrada de alta potencia. De hecho, según lo indicado por el medio japonés del que procede la información, estaría en la línea de una Vega 20. Y eso teniendo en cuenta que es una unidad gráfica integrada.
Intel no ha dado demasiados detalles sobre la arquitectura Xe, o cómo la va a poner en el mercado, pero me imagino que usará sus procesos avanzados de encapsulado para crear procesadores con un chip con los núcleos y otro chip como la unidad gráfica integrada del procesador. Al más puro estilo Kaby Lake G.