Nvidia ha cerrado un buen año 2019 con la presentación de los resultados del último trimestre del año. Los datos son bastante positivos, aunque sitúa a la compañía en una tendencia de estancamiento intertrimestral, por lo que desluce un poco los resultados. En el T4 2019 ingresó 3105 M$, un 3 % intertrimestral y un 41 % más interanual, ampliando el margen bruto al 64.9 % frente al 54.7 % del mismo trimestre del año anterior.
Ese margen bruto está motivado por el hecho de que lleva desde mediados de 2018 reutilizando los mismos chips para vender sus tarjetas gráficas. Ahí está la serie GTX 16 Super y RTX 20 Super que son básicamente los mismos chips pero con otra configuración de núcleos o frecuencias. La compañía ha conseguido expandir sus beneficios a los 950 M$, un 6 % más intertrimestral y un 68 % más interanual.
Por división, la de Juegos ha ingresado 1491 M$, la de visualización profesional 331 M$, centros de datos mejora un 33 % intertrimestralmente hasta los 968 M$, el sector de la automoción ni avanza ni retrocede con 163 M$, y por licencias de patentes y ventas a fabricantes de equipos originales ha ingresado 152 M$.
En todo 2019 ha hecho 10 918 M$ con unos beneficios de 2796 M$ al situarse el margen bruto en el 62 %. Es una de las empresas más importantes en la actualidad, y demuestra que AMD tiene bastante camino que andar para hacerle sombra como ha hecho con los Ryzen. La llegada de Intel a este sector de las tarjetas gráficas será un elemento a valorar a lo largo del año.
Vía: AnandTech.