ASUS ha anunciado sus ocho primeras placas base con chipset B550 para los procesadores Ryzen, correspondiendo cinco a las de formato micro-ATX y tres a las ATX. Las primeras van desde lo básico hasta lo avanzado, pero las segunda son modelos de buenas características que llegan a tener un sistema de alimentación de 14+2 fases. Por tanto, es probable que la más barata parta de un precio por debajo de los cien euros.
No hay grandes características en estas placas base, aunque las ATX incluyen un cabezal para conectar una tarjeta de Thunderbolt 3, que no suele ser habitual en las placas base para los Ryzen al ser una tecnología de Intel. Todas tienen al menos dos ranuras para unidades M.2, hay varios modelos con wifi y Bluetooth, y todas incluyen cuatro bancos de memoria capaces de usar DDR4 de 4400 MHz, o más según las capacidades de subida adicional que aporten los módulos y el sistema de alimentación.