Intel ha hecho oficial su primera tarjeta gráfica dedicada, la Iris Xe Max, que es la previamente llamada DG1. En esencia es la misma que la unidad gráfica integrada en los procesadores Tiger Lake, y por tanto está basada en la misma arquitectura Xe-LP. Las dos diferencias reseñables, más allá de que es un chip gráfico dedicado, es que incluye 4 GB de memoria LPDDR4X a 4266 MHz y que funciona a un turbo de 1650 MHz en lugar de 1350 MHz.
Este último cambio hace que pase a tener una potencia de cómputo de 2.5 TFLOPS frente a los 2.1 TFLOPS de la Iris Xe G7, por lo que en principio podría parecer que no va a aportar nada a los equipos en los que se instale. El mercado principal es el de los portátiles, sobre todo los ultraportátiles, y como he comentado en varias ocasiones esta tarjeta gráfica tendría sentido si Intel pusiera el énfasis en combinar la potencia de ambas en programas y juegos, algo que también quieren hacer AMD y en menor grado NVIDIA, y así va a ser.
Se me hacía bastante evidente que Intel iba a fomentar el uso de la disposición multi-GPU explícita con las Xe porque lleva años intentándolo. Por tanto, un equipo con un Tiger Lake y una Iris Xe Max alcanzaría hasta los 4.6 TFLOPS de potencia de cómputo, que en juegos y aplicaciones profesionales sería un rendimiento más que bueno en la envoltura térmica de estos equipos. De hecho esta Iris Xe Max consumirá hasta 25 W, y está fabricada con el mismo proceso 10 nm SuperFin de Intel.
La combinación de ambas unidades gráficas se hará mediante la tecnología Deep Link, por ponerle un nombre distinto que simplemente multi-GPU. La compañía está trabajando con diversas compañías de programas y juegos para que implementen esta disposición de multi-GPU explícita para combinar ambas Xe. Este chip gráfico usa una conexión PCIe 4.0 ×4, e incluye también un sistema de equilibrio de consumo entre el procesador y la unidad gráfica dedicada.
El chip gráfico tiene la misma configuración de 96 unidades de cómputo o 768 sombreadores, con un total de 48 unidades de texturas y 24 unidades de rasterizado. El bus de memoria es de 128 bits, el habitual de la memoria LPDDR4X, por lo que usándola a 4267 da un ancho de banda de 68 GB/s.
Obviamente no es gran cosa, pero sí que es más que los 56 GB/s de la MX350 de NVIDIA con la que Intel compara esta tarjeta gráfica. De hecho según la compañía queda por encima en rendimiento, aunque sea ligeramente en juegos, si bien en cargas profesional como Adobe Lightroom promete hasta un 40 % más de rendimiento.
Para incentivar la compra de portátiles con una Iris Xe Max la compañía ha creado un par de lotes de aplicaciones y algún juego y contenido descargable, pero sobre todo se centra en productos para profesionales —este último incluye Gears Tactics y contenido para otros tres incluido World of Tanks—.
Vía: AnandTech.