AMD puso el punto de mira en una característica en la presentación de las primeras Radeon RX 6000 que, combinada con los procesadores Ryzen 5000 y una placa base serie 500, podía mejorar entre un 5 % y un 11 % el rendimiento en juegos. Se trata del acceso inteligente a memoria (SAM), que parecía una tecnología propietaria y por tanto lo indicado sería ir a por todo de AMD en un equipo nuevo. Lo vendía como una ventaja competitiva frente a la oferta de Intel y NVIDIA.
Sin embargo, NVIDIA indicó hace unos días que SAM se basa en el registro de direcciones base redimensionable (RDBR, o en inglés redimensionable BAR), una característica del estándar PCIe, y que por tanto estaban trabajando para implementarlo en sus tarjetas gráficas Ampère. La nota especial la ponía que se podía usar con procesadores tanto de Intel como de AMD, por lo que muchos pusieron la mirada en la empresa roja preguntándose que por qué optaba por algo propietario para SAM.
AMD ha salido finalmente al paso indicando que SAM no usa tecnología propietaria y que en efecto se basa en las RDBR, por lo que ha confirmado que inicialmente estará disponible para sus procesadores y que está abierta a extender el SAM a procesadores de Intel y tarjetas gráficas de NVIDIA. Adiós ventaja competitiva.
Como indiqué hace unos días, RDBR es una característica que se añadió en 2008 al estándar PCIe, lleva en Linux bastante tiempo, y solo la llegada del WDDM 2.0 a Windows 10 lo trajo bajo el brazo. No ha habido necesidad de implementar esta tecnología porque las tarjetas gráficas carecían de la potencia para beneficiarse de ella —estoy habría que comprobarlo empíricamente, porque es una opinión personal—, pero con la llegada de las RX 6000 y las RTX 30 la cosa ha cambiado mucho.
El registro de direcciones base es una zona de memoria de 128 MB que el estándar PCIe reserva en la inicialización de una tarjeta PCIe para mapear parte de la memoria de la tarjeta gráfica a la memoria principal para poder operar más rápido. Si se precisa acceder a una dirección de memoria fuera de esa ventana se incurre en una penalización porque hay que moverla, y eso ocurre frecuentemente en una tarjeta gráfica con las cantidades de hasta 24 GB de VRAM que tienen ahora mismo. Esa ventana es potencialmente redimensionable para que exponga potencialmente toda la memoria del equipo, lo cual mejora el acceso a memoria, y es eso básicamente lo que hace RDBR. Se puede redimensionar con un tamaño de hasta 512 GB.
En resumidas cuentas, es probable que NVIDIA lo tenga listo el próximo año, y obviamente esto afecta también a las tarjetas gráficas de Intel, que es de esperar que también lo implemente. Un pequeño jarro de agua fría para el equipo rojo.
Vía: PC Gamer.