El mercado de los procesadores de consumo está repartido entre Intel y AMD casi a partes iguales, o al menos así lo dibujan algunos estudios de mercado. Con los próximos lanzamientos de Intel en forma de los Rocket Lake y antes de final de año con los Alder Lake conseguirá igual en el primer caso y superar en el segundo al rendimiento de los procesadores de AMD. Pero hasta el próximo año no se espera que AMD lance su réplica y serán los primeros con arquitectura Zen 4 y llegarán en algún momento de 2022.
Se está hablando de que el aumento de las instrucciones por ciclo (las IPC) será del orden del 25 % que, junto con el proceso de fabricación a 5 nm de TSMC, hará que la mejora de rendimiento global alcance el 40 % probablemente con el turbo en todos los núcleos alcanzando los 5 GHz. Dentro de lo que está haciendo AMD es viable que de Zen 3 a Zen 4 sí que haya un aumento tan sustancial de rendimiento habida cuenta de que es posible que haya una revisión Zen 3+ a 6 nm. AMD está mejorando al menos un 10 % las IPC entre generaciones de procesadores por lo que no lo veo descabellado.
Zen 4 precisará de un zócalo nuevo AM5 y usará memoria DDR5 cortesía de un nuevo chip de E/S. Es probable que también implemente PCIe 5.0, aunque tampoco tiene mucha utilidad en el sector doméstico y es una conexión orientada a centros de datos. La misma fuente, Chips and cheese, afirma que AMD tendría en mente para esta arquitectura multiplicar por 2.5-3 las IPC de la arquitectura Zen original, por lo que todo esto hay que cogerlo con una buena dosis de escepticismo.
Vía: WCCFTech.