Actualmente hay tal cúmulo de factores que han llevado a un desabastecimiento de chips que sería difícil enumerarlos todos, aunque el factor inicial haya sido la coyuntura sanitaria. Si bien la escasez de un producto puede ser por un recorte de producción del mismo, en este caso es mejor hablar de sobredemanda para no dar esa idea porque las fundiciones de chips no han dejado de aumentar su producción durante el último año. Por eso Qualcomm cree que en 2022 la situación mejorará sustancialmente como opinan en otras compañías.
Lo ha indicado su director ejecutivo, Cristiano Amón, tras la presentación la semana pasada de varios nuevos procesadores y proyectos como la consola portátil desarrollada junto a Razer. Los nuevos procesadores de Qualcomm harán uso del proceso litográfico de 4 nm de Samsung, para lo cual es imprescindible que la compañía aumente su volumen de producción. La competencia por parte de MediaTek es enorme, y por tanto su éxito depende de la productividad del nodo de 4 nm para proporcionar el Snapdragon 8 Gen 1 a sus clientes en lugar de que recurran al Dimensity 9000.
Los analistas apuntan al final del primer semestre y comienzo del segundo semestre como el momento en el que la sobredemanda de chips se suavizará. Compañías como Intel creen que la situación puede seguir dando algunos problemas en la disponibilidad de ciertos chips hasta bien entrado 2023, pero para entonces habrá que ver cómo se encuentra la economía mundial ahora que está entrando en un periodo inflacionista. Puede que haya suficiente producción de materias primas y chips, pero los costes de producción, incluido los problemas energéticos de países como China, podrían mantener altos los precios de manera permanente.
Fuente: The Elec. Vía: TechPowerUp.