La adopción de los procesadores Alder Lake S de Intel va a buen ritmo, aunque una gran parte de los usuarios están optando por combinarlos con DDR4 por la falta de DDR5 o su elevado precio aunque su demanda es muy alta. El problema procede del cambio de fabricación de los módulos de DDR5 y la sobredemanda de chips, que ha dejado a los productores de módulos de DRAM faltos de chips de gestión de energía (PMIC) y para los módulos de regulación de voltaje (VRM). Micron ha confirmado este extremo.
«La demanda de la DDR5 está excediendo significativamente a la oferta debido a la escasez de componentes no relacionados con la memoria lo cual impacta en la capacidad de los suministradores de memoria de fabricar módulos de DDR5». Las palabras son de Sanjay Mehrotra, director ejecutivo de Micron, la cual está produciendo más chips de DDR5 de los que puede poner en circulación en módulos para PC. La compañía ha tomado las medidas para asegurarse un mayor suministro de los chips para fabricar más módulos, teniendo en cuenta que AMD también lanzará procesadores compatibles con DDR5 en breve, inicialmente para portátiles.
Para mejorar las frecuencias de los módulos de DDR5 se han diseñado de forma que regulen por sí mismos su voltaje de funcionamiento, por lo que usan los PMIC y un VRM propio que antes estaba en las placas base. Pero esa mejora de diseño ha hecho que en la situación actual sea un problema mayor, aunque la situación se irá mitigando a lo largo de 2022.
Vía: TechPowerUp.