AMD ha dado el visto bueno para la venta de las RX 6500 XT personalizadas y eso significa que llegan los primeros análisis de su rendimiento. Pero antes de mirarlos, hay que echar un vistazo a sus características. En pleno 2022, AMD ha pone en el mercado una tarjeta gráfica con solo 4 GB de VRAM, lo cual puede ser un problema en los juegos más recientes incluso jugándolos a una resolución FHD. Habrá que poner bien los ajustes gráficos para no superar ese límite y que pueda mermar el rendimiento.
Pero en esos casos en que desborde, la conexión PCIe 4.0 ×4 puede mitigar un poco el problema, si bien en equipos que usen PCIe 3.0 ×4 la 6500 XT verá su rendimiento mucho más mermado. Es también una situación en que no beneficia en nada que el chip cuenta con un ancho de banda de solo 144 GB/s cuando la RX 5500 XT a la que sustituye en potencia contaba con 224 GB/s. Eso va a hacer que, además, en juegos que exijan mucho uso de memoria se vean limitados y rendirá menos que la RX 5500 XT.
La tarjeta gráfica usa un chip Navi 24 con 1024 sombreadores, 64 unidades de textura, 32 de renderizado, y funciona a turbo de hasta 2815 MHz. La memoria GDDR6 funciona a 18 Gb/s, en un intento por parte de AMD de darle el máximo ancho de banda posible para su limitado bus de 64 bits, el cual hará bastantes estragos en situaciones dependientes de la memoria. Por ejemplo, el criptominado.
Pero la conformación de este chip Navi 24 para evadir la criptominería hace que tenga sus propios problemas en juegos. Como se puede ver en el análisis de TechPowerUp, la inclusión de solo 4 GB en equipos con PCIe 4.0 hace que la tarjeta no rinda de media mucho mejor que una GTX 1650 Super o la RX 5500M. Una tarjeta gráfica que cuando se presentó tenía un PVR de 160 dólares y la RX 6500 XT tiene un PVR de 200 dólares. Es más que los 170 dólares de PVR de la 5500 XT de 4 GB, por lo que el mayor coste está motivado por la coyuntura económica.
En el análisis de TechSpot se pone mucho el foco en la conexión PCIe 4.0 ×4, que en plataformas antiguas funcionará como PCIe 3.0 ×4, reduciendo el ancho de banda del PCIe a la mitad. Se sabe bien que el PCIe 4.0 mitigaba los problemas de la RX 5500 XT de 4 GB, y lo sigue haciendo en este modelo, pero en menor medida. Tampoco ayuda el bajón de 224 GB/s a 144 GB/s en el ancho de banda de memoria, que es el principal problema que tiene esta tarjeta, por lo que al final se hará notar en las mejores calidades a FHD. Los 16 MB de caché Infinity no parecen ayudar excesivamente en situaciones de mucho trasiego de bits.
En equipos con PCIe 4.0, rendirá más o menos como la RX 5500 XT de 4 GB u 8 GB según el juego, en algunos casos incluso dará algo más de rendimiento. Era totalmente esperable debido a que la arquitectura RDNA y RDNA 2 no cambian en los sustancial, solo en el tema del rendimiento por vatio. La RX 6500 XT tiene una potencia de cómputo máxima de 5.7 TFLOPS y la RX 5500 XT es de 5.4 TFLOPS, por lo que era fácil prever su rendimiento.
En este caso AMD ha tenido que subir mucho el reloj para compensar la falta de ancho de banda, y por eso la diferencia de consumo es pequeña respecto a la RX 5500 XT, apenas 20 W, consumiendo la 6500 XT los 107 W.
Si se miran los resultados según el preajuste gráfico utilizado, la situación varía bastante. PCIe 4.0 mitiga en parte el hecho de superar los 4 GB de VRAM en las mejores calidades y el impacto en estos casos en PCIe 3.0 es mucho mayor. Es una tarjeta gráfica claramente orientada a las nuevas plataformas con PCIe 4.0, las cuales solo llevan algo más de un año en el mercado.
RBAR, llamada SAM por parte de AMD, no parece que tenga un gran efecto en el rendimiento de la RX 6500 XT. Probablemente porque al final tiene un ancho de banda minúsculo para el que necesitaría y poca cantidad de VRAM.
AMD ha intentado poner en el mercado una tarjeta gráfica que esquivara la criptoburbuja, pero en el proceso ha sacado un producto que funciona bien para los equipos PCIe 4.0, pero lo aleja totalmente de la gente a la que realmente estaría orientada una tarjeta gráfica como esta. Sería la gente que no quiere gastarse más de 200 o 250 euros en una tarjeta gráfica y tienen equipos más antiguos. Con la coyuntura minera, el PVR de muchos modelos será de unos 275 euros, y si se vende bien probablemente su PVP suba de los 300 euros en unos días.
No me parece una tarjeta gráfica terrible como dicen otros generalizando, porque siempre hay matices. Lo puede ser si se tiene PCIe 3.0 y se superan los 4 GB de VRAM que tiene. Para los que usen PCIe 4.0, será una tarjeta gráfica decente a un precio alocado para lo que aporta, sabiendo que no es distinta de la RX 5500 XT de hace dos años que costaban sobre los 200 euros. No ha habido casi evolución en precio-rendimiento en los dos últimos años, siempre mirando el PVR del modelo de referencia, lo cual es lo verdaderamente terrible.
Al final la valoración de todos estos productos se reduce al precio al que se compre. A 200 euros podría ser una tarjeta gráfica decente. A 300 euros es mediocre. Pero no hay alternativas, así que es la tarjeta gráfica lentejas, si la quieres bien y si no… no la compres y espera tiempos mejores, ya lleguen dentro de seis meses o dos años.
Edito: en PC World han sido más pragmáticos y han probado los juegos FHD y calidad media. La diferencia entre PCIe 3.0 y PCIe 4.0 es inferior al 10 %, en algunos casos nula y en otro casos mayor, por lo que si el jugador se atiene a los 4 GB de VRAM puede ser un modelo decente en placas base más antiguas salvo en juegos que hagan un uso intenso de la memoria como Total War: Troy.