Tras hablar un poco más de los Ryzen 7000, AMD ha hablado en su charla de la Computex 2022 del nuevo zócalo AM5 y de los chipsets que llegarán en el cuarto trimestre del año. Es también el pie para que los fabricantes de placas base tengan algo que mostrar en la feria. Haciendo un repaso rápido, el zócalo AM5 es un LGA de 1718 pines, compatible con procesadores de hasta 125 W de potencia de diseño térmico (TDP) frente a los 105 W del Ryzen 9 5950X, con DDR5 y PCIe 5.0.
Afortunadamente es compatible con la mayoría de soluciones de refrigeración hechas para el zócalo AM4, por lo que la transición será poco traumática. El detalle particular sobre la DDR5 en la plataforma AM5 es que funcionará en tetracanal en lugar de en doble canal. Las placas base podrán usar memoria de al menos 6400 MHz según lo visto en algunos pies de página de la información aportada, pero no ha concretado nada más. El sistema de voltaje usará el estándar SVI 3.
Los chipsets anunciados son el B650 con PCIe 4.0 desde la CPU, el X670 con PCIe 5.0 opcional desde la CPU, y el X670E con dos ranuras PCIe 5.0 ×16 obligatorias desde la CPU. Todas las placas base con estos chipsets tendrán al menos una ranura PCIe 5.0 para almacenamiento M.2. Integrarán hasta Wi-Fi 6E, Bluetooth 5.2, 24 canales PCIe saliendo de la CPU, HDMI 2.1, DisplayPort 2 y hasta catorce USB 3.2. El B650 no dará la opción de sobrefrecuencia (overclocking) para la CPU.