AMD está preparando el lanzamiento de los procesadores Ryzen 7000 de los que ya solo falta conocer los modelos y los precios, porque la compañía ya ha indicado hasta el rendimiento que se puede esperar de ellos. Los rumores han apuntado muchas veces siempre a septiembre u octubre como la fecha más probable, aunque también porque AMD dijo ya desde el año pasado que llegarían en la segunda mitad de 2022, hacia finales del año. No hacía falta ser muy listo para rumorear «finales de 2022». Pero ahora viene una información un poco distinta con una fecha bastante exacta de lanzamiento: 15 de septiembre.
Ese día procede de una foto tomada durante una presentación de una supuesta representante de AMD China en una reunión para promocionar ofertas para venta física de los productos de la compañía. En una transparencia de la presentación habló de los próximos Ryzen 7000 y el zócalo AM5. No se puede confirmar la autenticidad de la foto, por lo que de momento caería en el ámbito del rumor.
AMD ha apretado el acelerador al hablar de los Ryzen 7000 en los últimos meses, culminando con las presentaciones de la Computex y su día del analista financiero, por lo que el lanzamiento va a ser más pronto que tarde. Se rumoreó que en abril-mayo iba a empezar la producción en masa de estos procesadores, por lo que tres o cuatro meses son suficientes para producir un suficiente volumen inicial y distribuirlos en julio-agosto. Escribía que «deberían salir de las fábricas en julio o agosto, listos para la previsible presentación y puesta a la venta en agosto o septiembre». Además, he dicho en alguna ocasión que haría bien en lanzarlo antes de que lleguen los Raptor Lake de Intel, los cuales se esperan más bien para octubre o noviembre, para intentar ganar un extra de ventas iniciales.
Los Ryzen 7000 traerán en torno a un 15 % más de rendimiento mononúcleo, pero el multinúcleo podría ser sustancialmente mayor ya que podrán mantener la frecuencia turbo máxima en más núcleos durante más tiempo. Van a llegar al menos a los 5.5 GHz. Ahora mismo les cuesta mantener los 4.5 GHz en todos los núcleos, por lo que del turbo sería un 20-25 % más de rendimiento más un 8-10 % más de rendimiento por el aumento del procesamiento de instrucciones por ciclo.
Eso puede poner a los Ryzen 7000 en un 30-35 % más de rendimiento frente a sus versiones Ryzen 5000. Está en la línea del 30 % más de rendimiento del «Ryzen 9 7950X» —o como se termine llamando— frente al Core i9-12900K mencionado por AMD. Pero el «Core i9-13900K» traerá ocho núcleos de eficiencia más, optimización del proceso litográfico y aumento de frecuencias, por lo que al final creo que no va a haber tanta diferencia entre los Ryzen 7000 y los Core de 13.ª generación, lo cual sería ideal: que cada elija su plataforma favorita. Aunque al final todo se reduce al precio al que estén unos y otros y el coste de las placas base, que en el caso de los Ryzen 7000 solo usarán memoria DDR5 y serán más caras.