AMD se está tomando con calma la solución de un problema detectado en Windows 11 aunque afecta también a Windows 10, pero en menor medida porque este último no precisa que se tenga activado el módulo de plataforma de confianza (TPM). En las placas base para los Ryzen puede estar implementado en el BIOS mencionándose como «fTPM» o módulo de plataforma de confianza por firmware. Los primeros problemas llegaron a conocimiento del público general en enero, y AMD aseguró haber encontrado el poblema en marzo.

Estamos en junio y ahora es cuando a distribuido la versión con la solución definitiva basada en el AGESA 1.2.0.7, el microcódigo base con el que los fabricantes de placas base crean los BIOS. El problema en cuestión es que el fTPM puede crear tirones, pequeños momentos en los que el PC no responde y que termina resultando molesto. La solución a esto es quedarse en Windows 10 o usar un TPM físico si la placa base lo acepta. Ahora andan los TPM 2.0 sobre los 20 euros, por lo que no es un gran gasto pero es uno que no se debería de hacer si AMD fuera más rápida en solucionar estos problemas, que tiempo ha tenido. Porque ahora no basta con que AMD distribuya el AGESA 1.2.0.7, sino que además los fabricantes de placas base lo integren en sus BIOS, lo prueben y lo distribuyan. O sea, unos meses más.

Vía: Hot Hardware.