AMD anunciará sus resultados financieros del tercer trimestre el próximo 1 de noviembre, pero como le obliga la ley ante cambios drásticos frente a las previsiones de ingresos ha tenido que avisar de que serán menores de lo esperado. De hecho son un 16.5 % menos de lo esperado, pasando de 6700 M$ a 5600 M$. El motivo no es otro que la caída del margen bruto en la venta de sus procesadores, que se estima que será del 42 %, bastante menos del 46 % del T2 2022.
En el caso de AMD, una variación de un solo punto en el margen bruto supone un aumento o disminución de costes de cientos de millones de dólares. Aunque es un valor global, se ha visto perjudicado por un hundimiento de las ventas de los Ryzen. AMD estima que habrá sido del 53 % intertrimestral y un 40 % interanual, en parte por la coyuntura económica y en parte por la presión de Intel con sus Alder Lake que han vuelto a situar a la compañía como la líder del sector consumo.
La subida de ventas del sector de los centros de datos no compensa la caída en esta ocasión. Será un aumento del 45 % interanual pero solo de un 8 % intertrimestral. La cifra de negocio de sistemas empotrador se ha visto inflada por la compra de Xilinx, y de ahí el fuerte aumento de ingresos. La división de juegos, que incluye las GPU de la compañía y los SoC de consolas, ha visto aumentar sus ingresos un 14 % respecto al T2 2021. Son datos provisionales, pero los definitivos que dé en noviembre no variarán mucho.
Vía: AnandTech.