Una vez que han llegado al mercado los primeros Raptor Lake la mirada está puesta en los Meteor Lake. La actual 13.ª generación Core es una extensión de la 12.ª y por tanto no hay cambios de arquitectura. Las mejoras de rendimiento y consumo son por el proceso litográfico, pero los Meteor Lake traerán tanto un cambio de litografía como de microarquitectura. Aparetenemente Intel dejaría a los Meteor Lake S, los de sobremesa, en los 22 núcleos como máximo frente a los 24 núcleos actuales.
Eso serían seis núcleos P y dieciséis núcleos E en los más potentes, los cuales tendrían una potencia de diseño térmico (TDP) de hasta 125 vatios. Usarían un nuevo zócalo LGA 1800, compartido con la generación sucesora, los Arrow Lake, que estos aumentarían el número de núcleos P a ocho. El proceso litográfico sería el de 4 nm de Intel, haciendo uso de uno de TSMC para la iGPU.
Se espera que la potencia mononúcleo de los Meteor Lake sea muy superior a la de los Raptor Lake, por lo que con las tarjetas gráficas más potentes incluso solo seis núcleos serían más que suficientes para aprovecharlas perfectamente, salvo excepciones. Lo mínimo sería un Meteor Lake de seis núcleos P y ocho E con una TDP de 35 W, aunque suena un poco raro tanta potencia mínima. Los Arrow Lake llegaría con al menos ocho núcleos P y dieciséis núcleos E con una TDP de 35 W.
Serán procesadores con un sistema de chíplets, con uno de unidad gráfica que contaría con cuatro núcleos Xe, que serían 512 sombreadores, un 33 % menos que los que tiene la Arc A310, aunque se espera que su arquitectura esté mejorada por lo que es posible que tuviera una potencia gráfica similar. Eso es del orden de los 3.5-4 TFLOPS de potencia de cómputo, frente a los 2 TFLOPS de la unidad gráfica integrada Iris Xe G7.
Vía: WCCFTecg.