Además de los ratones ultraligeros, entre los más buscados son simplemente los inalámbricos, independientemente del peso que tengan. Los ultraligeros suelen ser de perfil más bajo, y para los que tenemos mano grande, un ratón inalámbrico ultraligero es más difícil que nos interese. El GXT 923 YBAR es uno de estos modelos, aunque también tiene un bajo precio, que es al sector al que suele apelar Trust. El resultado es bastante interesante, aunque no está exento de particularidades.
Desembalado
El GXT 923 YBAR de Trust analizado en este artículo es de color negro, pero el modelo blanco tiene un nombre ligeramente distinto, GXT 923W YBAR, aunque lo dicho para uno sirve para el uno. Llega en una caja azul dejando claro que es un ratón inalámbrico con (algo de) RGB y que tiene autonomía de hasta 50 horas. En la parte posterior indica que para la fabricación del ratón se ha usado un 68 % de plástico reciclado, que siempre es de agredecer.
Nada más abrir la caja se puede ver el cable de conexión, que tiene 1.8 m de longitud, con una toma USB tipo C en un lado y una USB tipo A en el otro. Está forrado de tela trenzada y da muy buena sensación al tacto. A la hora de usarlo con él no he notado nada raro: es suficientemente flexible, se mueve bien sobre la superficie y no se enreda.
El ratón llega metido en una bolsa de papel y embutido en una bandeja de cartón. Debajo de él están los habituales manuales de uso y seguridad o garantía. No hay nada más en la caja. Nada más sacarlo de la bolsa, el ratón no da sensación de ser un producto barato, aunque su PVPR sea de 30 euros, lo cual es bastante positivo.
Aunque la compañía dice que el diseño no es especialmente ergonómico, me ha resultado bastante agradable de usar, teniendo en cuenta que tengo la mano grande. La superficie del ratón se inclina ligeramente a la derecha para favorecer un agarre con la palma, aunque no me ha parecido la más idónea porque los clics van un poco duros al no ir hasta la mitad del ratón.
El botón izquierdo se puede pulsar desde el cuarto superior, y el derecho desde el quinto superior, lo que complica dejar toda la mano sobre el ratón. Pero cambiando ligeramente la forma de cogerlo, a algo intermedio entre palma y garra, me ha resultado bastante cómodo de usar. Para manos pequeñas no me parece un ratón adecuado porque es un modelo claramente grande, y para manos de tamaño medio está bastante bien para usarlo con garra.
En los laterales hay inscrito un patrón hexagonal que en verano va a atraer la suciedad producida por el sudor, por lo que no soy muy amigo de este tipo de surcos sobre la superficie de los ratones. Habrá que limpiarlo un poco más de lo habitual, aunque el objetivo es mejorar el agarre precisamente en verano, y eso lo mejorará.
La parte superior incluye iluminación RGB configurable en el logo de Trust del reposapalma, con un nivel de brillo máximo suficientemente alto. Personalmente a un inalámbrico no le podría iluminación RGB, porque lo vas a terminar apagando para aumentar su autonomía. Pero es algo que realmente no molesta. La ruedecilla del ratón da una buena sensación de uso, aunque va un poco más suelta de lo que me gusta.
En el lateral izquierdo hay dos botones adicionales, por defecto para avanzar y retroceder en las aplicaciones que lo permitan. Tienen un clic bastante agradable, y más silencioso que el de los botones principales. La posición y forma me gusta bastante. En la parte superior hay un botón más para ajustar al vuelo la sensibilidad del ratón.
En cuanto al frontal del ratón, hay un USB tipo C situado ahí, pero da la casualidad de que tiene el espacio justo para meter el cable proporcionado. Me refiero al ancho del cabezal USB tipo C, que las primeras veces hay que hacer bastante fuerza para insertarlo en la toma USB tipo C del ratón. Luego va dando un poco de sí y deja de ser un problema. El verdadero problema será cuando se quiera usar otros cables USB tipo C, porque ninguno de los dos que suelo tener en la mesa entra. Es algo molesto, pero no lo será tanto siempre que no le ocurra nada al cable que Trust proporciona con el GXT 923 YBAR.
En la parte inferior se pueden ver un par de amplias almohadillas que permiten un buen deslizamiento del ratón, aunque se nota que cuesta más que otros ratones de 50 o 60 euros que llevan almohadillas de teflón puro. Pero en mi caso no me ha desagradado, y una vez lo empiezas a usar no notas ningún problema de deslizamiento. Aunque luego vuelvo a mi ratón de siempre y lo noto en seguida. También se puede ver que en la parte inferior está el adaptador USB inalámbrico en un hueco específico para guardarlo y que no se pierda.
Características
El GXT 923 YBAR incluye un sensor óptico de calidad bastante comedida. Tiene 7200 PPP de sensibilidad, una velocidad de 45 PPS y una aceleración de 15 G. Siempre digo que una sensibilidad de 26 000 PPP es mucho, pero realmente son igual o más importantes la velocidad y la aceleración para conseguir una buena precisión. 7200 PPP da de sobra para las necesidades de cualquier usuario, pero es un sensor que es un poco justo para las necesidades de los jugones.
Eso hace que no se puedan configurar etapas de aceleración, lo cual hace que los movimientos de precisión cueste un poco más hacerlos. Al menos si vienes de usar ratones más caros y con sensores muy precisos, que no debería ser el caso para alguien que busca un modelo de 30 euros. Si usas el típico ratón de 5 o 10 euros, lo vas a notar que va mucho mejor, que es algo más preciso, y para los 30 euros que cuesta creo que no se puede pedir más.
GXT 923/923W YBAR de Trust | |
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Dimensiones | 122 mm × 68 mm × 40 mm |
Peso | 96 g |
Conexión | cable, adaptador USB inalámbrico |
Mano | derecha |
Agarres preferentes | garra, yemas, palma |
Sensibilidad | 7200 PPP |
Velocidad | 45 IPS |
Aceleración | 15 G |
Muestreo | 1000 Hz |
Botones adicionales | dos en el lateral izquierdo, otro en la parte superior |
Autonomía | 50 h |
Memoria interna | un perfil |
Extras | RGB en reposapalma |
Cable | 1.8 m, flexible, USB tipo C a USB tipo A |
PVPR | 29.95 € |
El ratón incluye memoria interna para un perfil, que siempre es de agradecer. Tiene un buen tamaño, 122 mm × 68 mm × 40 mm, y pesa 96 g. Ese peso me parece bastante bueno, ni mucho ni poco, y para el día a día me parece ideal. Suelo preferir un ratón más pesado para trabajar y uno más ligero para jugar, y este viene a estar en un término medio que debería gustar a la mayoría de usuarios.
Sobre la autonomía, se prometen hasta 50 h de uso, y más o menos ha cumplido con ello. Lo he usado unas diez a doce horas al día durante cuatro días antes de tener que recargarlo. No me ha parecido mala autonomía, aunque el Naga Pro que uso habitualmente más que la duplica. Pero como el ratón se puede usar con cable, en caso de que se te olvide dejarlo por la noche recargando, lo vas a poder usar sin problemas.
Programa de configuración
El programa de configuración del GXT 923 YBAR es bastante sencillo, descargándose desde la web de la compañía y ocupa solo unos megas, porque es terriblemente sencillo. Se puede reasignar todos los botones del ratón pulsando en uno en la barra izquierda, lo cual mostrará un desplegable con posibles acciones, como varias de control de música, macros, etc.
Luego hay una pestaña para controlar la iluminación, como el tipo, brillo e iluminación, pero es RGB y las opciones son pulso, color estático y similares de las iluminaciones básicas de cualquier periférico RGB. Otra pestaña permite ajustar los seis niveles de sensibilidad entre los que se puede cambiar por defecto pulsando el botón superior del ratón. La última pestaña es para configuración de macros, con un diseño típico aunque con solo tres botones y un único perfil tampoco es que merezca mucho la pena detenerse en ello.
Ratón inalámbrico barato, con lo que conlleva
Los fabricantes de periféricos económicos también quieren aprovechar el tirón que tienen los modelos inalámbricos entre los jugones, pero eso conlleva hacer equilibrios con sus características para mantener el precio lo más bajo posible. Teniendo en cuenta que este modelo GXT 923 YBAR de Trust tiene un PVPR de 30 euros, eso son muchos equilibrios.
El ratón funciona bien. Me ha gustado la forma porque favorece el agarre tipo garra o palma, aunque para este último me ha resultado más incómodo pulsar los botones principales, ya que son un poco duros y el derecho solo reconoce la pulsación hasta muy cerca de la parte frontal. Se desliza bien aunque un poco más duro de lo normal para ajustarse al precio que tiene.
Los botones principales son algo más ruidosos de lo normal aunque más bien con un tono grave por lo que creo que no molestará. El programa de configuración es limitado, y sirve para lo justo, como es cambiar la acción de los botones laterales y el superior, la iluminación, y la sensibilidad aunque no permite establecer etapas, lo que perjudica ligeramente la precisión.
Lo más extraño que tiene este ratón es el poco espacio para meter el conector USB tipo C del cable. Es justísimo. Hay que hacer bastante fuerza para meter el conector del cable que se proporciona con el ratón. Otros cables que tengo y que son solo ligeramente más anchos… no entran ni aunque hagas mucha fuerza.
En general el GXT 923 YBAR de Trust, y su versión en blanco GXT 923W YBAR, funciona bien, es suficientemente preciso, y es más indicado para los que tienen un agarre tipo garra. El PVPR me parece bueno para lo que aporta, pero es de imaginar que su PVP bajará como ocurre con todos los periféricos. Pero incluso comprándolo al PVPR, los que busquen un ratón inalámbrico grande encontrarán que da una muy buena relación calidad-precio.
Puntuación
7.6
sobre 10