Análisis: ADATA XPG Lancer DDR5 a 6000 MHz review

ADATA ha estado ocupada expandiendo su catálogo de módulos de DDR5, lo cual incluye módulos de sus series generalistas pero también de las orientadas a jugones bajo el sello XPG. Entre ellos son interesantes los módulos XPG Lancer, ya que incluyen perfiles de funcionamiento tanto para la plataforma de Intel (XMP 3.0) como la de AMD (EXPO). Los módulos de este análisis son de DDR5 a 6000 MHz, con una latencia CAS de 40, algo alta pero que luego siempre es susceptible de mejorarse a través del BIOS.

Desembalado

Los XPG Lancer llegan en la habitual caja roja de ADATA XPG, en la que se indica que son dos módulos de 16 GB de DDR5 a 6000 MHz, y que incluye tanto perfiles de memoria para la plataforma de Intel como la de AMD. Esa polivalencia es posible por el número y forma en que se guarda la información de los perfiles de memoria en los módulos DDR5. En el BIOS se podrá ver el perfil XMP 3.0 con el 12700K, pero con el Ryzen 5 7600X se ve el EXPO, de valores prácticamente iguales.

Los módulos llegan embutidos en una bandeja de plástico sin nada más en la caja. Sus subtiempos son 38-38-38-76 y funcionan a 1.4 V. No son especialmente altos, sobre los 40 mm, y cuentan con un grueso disipador de aluminio por lo que apuntan a un margen decente de sobrefrecuencia. No disponen de iluminación ARGB ni ningún extra. El diseño de los módulos mantiene el del resto de la serie.

Se incluyen varios perfiles de funcionamiento, que van desde los 4800 MHz hasta los 6000 MHz. Como siempre, hay que asegurarse de que el fabricante de la placa base en la que se vayan a usar ha probado estos módulos con ella. Es una información que está en la web de cualquier fabricante. Consultarla antes de comprar los módulos evita problemas de compatibilidad o de tener que aumentar por ejemplo el voltaje para que funcionen a la frecuencia y subtiempos que indica ADATA.

Pruebas

Para analizar estos módulos he usado un equipo de pruebas con un Core i7-12700K, placa Z690-P de ASUS y una RTX 4090 XLR8 de PNY, además de una serie de módulos adicionales con los que comparar sus resultados. Por tanto, los módulos probados, en kits de dos de 16 GB para 32 GB en total, y sus latencias son:

• XPG Lancer (ADATA): DDR5-6000, 40-40-40-76, 1.35 V
• T-Force Delta RGB (TeamGroup): DDR5-6600, 34-40-40-84, 1.4 V
• Fury Renegade (Kingston): DDR5-6400, 32-39-39-80, 1.4 V
• XPG Lancer (Adata): DDR5-5200, 38-38-38-76, 1.25 V
• T-Force Delta RGB (TeamGroup): DDR5-6400, 40-40-40-84, 1.35 V

El equipo tiene el registro base de direcciones redimensionable (RBAR) activado en el BIOS, lo cual hoy en día puede beneficiar al rendimiento en muchos juegos, sobre todo los más modernos.

La primera prueba es AIDA 64, que sirve para comprobar el ancho de banda (en megas por segundo) y la latencia (en nanosegundos). Ejecuto la prueba en el modo seguro con diversas cosas deshabilitadas de Windows y que tienen tendencia a molestar, como el indexador de archivos. Los valores mostrados son solo aproximados.

La siguiente prueba es Cinebench R23, que es de renderizado y que perfila bastante bien la potencia de los procesadores porque, como se ve, no depende de la memoria. La diferencia entre usar unos módulos de memoria u otros cae totalmente en el margen de error. Para las mediciones he dejado funcionando la prueba de diez minutos.

Una prueba de codificación usando Handbrake. Uso el archivo mp4 a 4K y 60 f/s, el del videanálisis del Core i5-12400F, y lo cambio a 1080p y 30 f/s en MKV. El efecto en esta transcodificación es poco, menos de un dos por ciento de diferencia entre usar 5200 MHz y 6000 MHz.

Ahora una prueba de cómputo en memoria, Y-Cruncher, basada en el cálculo de pi, y que puede mostrar mejor la ventaja de la memoria más rápida frente a la más lenta. La diferencia con respecto a usar memoria de 5200 MHz CL 38 es de en torno a un cinco por ciento.

A continuación hay una prueba de renderizado, Corona 1.3, en la que realmente no hay una gran diferencia de rendimiento se usen los módulos que se usen.

Termino con dos juegos: The Division 2 y Shadow of the Tomb Raider. Para poder probar bien la variación introducida por los módulos he usado una RTX 4090 XLR8 de PNY a altas resoluciones para minimizar cualquier posible limitación de rendimiento que pueda introducir usar solo un Core i7-12700K. Aun así, se nota que la memoria tiene un buen efecto en los juegos, y totalmente relacionada con su latencia global como se ve al compararlo con los resultados de AIDA64. La diferencia entre usar estos módulos y los mismos XPG Lancer de DDR5-5200 CL 38 es menos de la esperada, sobre un 2.5 % en ambos juegos.

Sobrefrecuencia

Este apartado es más interesante por lo que supone en juegos. En la placa base Z690-P, que es una normal de ASUS pensada para los procesador de 12.ª generación, se puede ganar un sustancial empujón de rendimiento ajustando adecuadamente las frecuencias. No lo he hecho de manera pomenorizada sino a bulto, lo que me ha permitido subir la memoria a 6400 MHz y bajar los subtiempos a 36-38-38-90 funcionando a 1.4 V de manera estable.

En The Division 2 ha pasado de 238 f/s a 244 f/s, un 2.5 % adicional, mientras que en Shadow of the Tomb Raider pasa de los 210 f/s a los 216 f/s, y en este caso se nota más la mejora de rendimiento, un 2.8 %, que lo sitúa en el rendimiento de otros módulos de 6400 MHz.

Se puede intentar afinar la memoria a los 6600 MHz 36-38-38-96 y 1.45 V, ganando un par de fotogramas más en los juegos. Aunque no se cuelgan, no supera la prueba Y-Cruncher, por lo que es posible que en un uso prolongado o con cierto tipo de aplicaciones termine colgándose el equipo. Al menos dejando medio día el equipo funcionando en cómputo no se ha colgado. En placas base Z790 debería conseguirse mayores velocidades, porque el disipador de estos módulos es bastante generoso y mantiene bien a raya las temperaturas.

Conclusión

Esta hornada de módulos XPG Lancer es una que incluye una mayor capacidad de sobrefrecuencia gracias a contar con un dispersor más grueso, lo cual beneficia a la estabilidad de las frecuencias. Aunque estos módulos funcionan sin problemas a 6000 MHz, tienen un margen amplio de mejora mediante overclocking.

En una placa base sencilla pueden conseguirse de manera estable, al menos en juegos, subidas de 600 MHz bajando significativamente los subtiempos. El resultado en juegos es un empujón de en torno a un 5 % para el procesador Core i7-12700K del equipo de pruebas, que resulta interesante al no tener ningún otro problema en su uso.

Por lo demás, los XPG Lancer son unos módulos bastante discretos, en color negro, de buen diseño, y que como con cualquier otra memoria DDR5, al final su idoneidad de compra depende del precio que tengan en el momento de ir a comprarlos. Solo habrá que tener en cuenta que pueden funcionar sin problemas a 400-600 MHz más, y luego todo dependerá de lo buena o mala que sea la placa base en la que se vayan a utilizar.