El sector de las tarjetas gráficas sigue patas arriba, en parte porque otra vez quisieron aprovecharse del auge de la criptominería y al final terminó, como siempre, en criptocrac. Eso ha hecho que los mineros hayan puesto de segunda mano millones de tarjetas gráficas, más la producción normal de las compañías. Eso ha hecho que las ventas de tarjetas gráficas haya caído un 12.6 % en el primer trimestre del año.
Según los datos de Jon Peddie Research, AMD ha mantenido su cuota de mercado en el 12 %, tras el desplome que ha ido experimentando durante 2022. Parece que ha tocado fondo, por lo que los directivos de la compañía pueden respirar tranquilos. Sus cuentas han sido mantenidas por las buenas ventas de productos de computación y los chips de Xilinx.
NVIDIA ha perdido dos puntos en su cuota, situándose en el 84 %, que ha ido a parar a Intel, la cual ya tiene un 4 % de las ventas del sector. La agresiva política de precios de la compañía, junto con un buen rendimiento de la Arc A750 en juegos modernos (DX12) más la continua optimización de los controladores para los antiguos (DX11 y DX9), ha conseguido atraer compradores hacia su escueto catálogo.
Las compañías han reducido notablemente su producción durante los últimos meses para que el mercado digiriera todos los chips producidos para criptominería. De ahí que hayan tardado en renovar la gama media, y aun así tanto AMD como NVIDIA se lo están tomando con mucha calma. JPR espera que haya un aumento de las ventas en el tercer trimestre del año, presuponiendo que en el segundo trimestre van a tocar fondo, por lo que caerán aún más.
Vía: TechSpot, Tom's Hardware.