El cambio a Pat Gelsinger como director ejecutivo de Intel le ha sentado muy bien a la compañía. Bajo su mando, y dejando a los ingenieros tomar las decisiones y no a los economistas, la compañía está entrando en una nueva era de evolución… aunque por el momento tiene todavía que fructificar. Eso lo hará con los Meteor Lake, que llegan a portátiles el 14 de diciembre, con un profundo cambio de arquitectura a una basada en chíplets. Después llegarán los Arrow Lake, seguidos muy de cera de los Lunar Lake, ambos en 2024.
Intel ha mostrado en funcionamiento un Lunar Lake, por lo que su desarrollo está muy avanzado, y prácticamente deberían estar listos para producción en masa a mediados de 2024. La compañía está aumentando lo más rápido posible su capacidad de encapsulado avanzado para EMIB y Foveros, que en realidad es lo que está retrasando el lanzamiento de estos procesadores MCM (módulo multichip).
La demostración se basó en la unidad de procesamiento neuronal (NPU) que incluirán sus procesadores desde los Meteor Lake, pero que requiere de que los desarrolladores de programas —y juegos— la integren en sus productos. El chíplet de cómputo de los Lunar Lake estará fabricado con un proceso litográfico de 1.8 nm (18 Å), con núcleos P (Lion Cove) y E (Skymont), por lo que Intel debe de estar centrado ahora mismo en aumentar la productividad del proceso.
Por otro lado, la compañía mostró un nuevo itinerario para 2024 y 2025 en el que ha añadido los Panther Lake. La producción de estos procesadores se iniciará en algún momento de 2024 para su puesta a la venta a principios o mediados de 2025. Los Arrow Lake que vendrán después de los Meteor Lake estarán fabricados a 2 nm (20 Å).
Es todo muy ambicioso por parte de Intel, y ya se verá lo que realmente aportan. De entrada, los Meteor Lake tiene el cambio a MCM, pero no van a dar un mayor rendimiento que los Raptor Lake, aunque sí una más que importante reducción de consumo con su proceso litográfico de 4 nm para el chíplet de computación.