Mucho se ha criticado a AMD por no desdoblar la frecuencia turbo de los procesadores basados en el chip «Phoenix 2» que combina núcleos Zen 4 y Zen 4c. Al dar solo una frecuencia turbo, parece como si todos los núcleos pudieran alcanzarla, y no es así. Ahora la compañía ha empezado a corregir es lapsus desglosando las frecuencias turbos de los núcleos Zen 4 y 4c de los Ryzen 8000G que también estén basados en el Phoenix 2.
Esos son el Ryzen 3 5300G (un Zen 4 y tres Zen 4c) y el Ryzen 5 8500G (dos Zen 4 y cuatro Zen 4c). En el primero, el turbo máximo del Zen 4 es de 4.9 GHz y el del Zen 4c es de 3.6 GHz, mientras que en el segundo los Zen 4 alcanzan los 5.1 GHz mientras que los Zen 4c llegan a los 4.2 GHz. O sea, los núcleos Zen 4c son un 20 % menos potentes que los Zen 4, que no es moco de pavo.
Es un buen paso adelante hacia la transparencia. Los Ryzen 5 8600G y Ryzen 7 8700G están basados en el chip Phoenix. Ganan una unidad gráfica integrada hasta la Radeon 780M, pero pierden caché, por lo que son menos ideales para combinarlos con tarjetas gráficas dedicadas.
El motivo de la diferencia de frecuencias es que el núcleo Zen 4c tiene un diseño más compactado pero es de misma arquitectura, por lo que las instrucciones por ciclo (IPC) que ejecutan son exactamente iguales. Pero debido a estar compactados, se reconcentra más el calor de los transistores, lo cual evita que, por temas de temperatura, puedan alcanzar frecuencias más altas. Es una buena solución en el terreno de los costes porque así la compañía puede crear chips más pequeños, por lo que salen más de cada oblea producida.
Vía: Videocardz.