Qualcomm ha estado cambiando de proveedor de chips en los últimos años entre TSMC y Samsung, siempre dependiendo de qué procesador en concreto quería producir. Incluso la fabricación de sus procesadores punteros ha ido cambiando de manos. Pero ahora parece que podría optar por fabricar el Snapdragon 8 Gen 5, que debería de estar disponible en 2026, tanto en Samsung como en TSMC.
La última vez que una compañía hizo esto con un procesador importante fue Apple con el A9, que recurrió a Samsung para fabricarlo a 14 nm y a TSMC para hacerlo a 16 nm. Por entonces la diferencia de rendimiento y consumo entre ambos chips fue mínimo —lo cual no decía nada bueno del proceso de 14 nm de Samsung—, pero hoy en día los procesos litográficos varían muchísimo más incluso aunque ambos sean de los mismos nanómetros.
De momento lo que habría hecho Qualcomm es pedir muestras a ambas compañías del Snapdragon 8 Gen 5 con sus respectivas litografías de 2 nm. Pero la adaptación de un diseño de chip lleva tiempo, por lo que todavía estará a entre seis y doce meses antes de que ambas compañías le proporcionen las muestras del chip.
La única lógica detrás de este movimiento podría ser asegurarse de un suministro suficiente como para lanzar el Galaxy S de 2026 y otros móviles que suelen llegar a principios de año, en lugar de a cuentagotas como ocurre ahora. En todo caso, una decisión así no se toma por reducir costes, porque es todo lo contrario: tienes que adaptar un diseño a dos litografías distintas, lo cual tiene un gran impacto en costes de desarrollo, y además compras menos volumen de producción a Samsung y TSMC para un diseño concreto, con lo que la producción en sí sale más cara. La diversificación de riesgos sería otro motivo para producir un chip en dos fundiciones distintas.
Vía: WCCFTech.