Apple está en el punto de mira de los Gobiernos de medio mundo debido a la relevancia de sus productos. La última sanción que ha recibido es en la UE por prácticas ilegales que han dañado la competencia en el sector de la música bajo demanda. Le ha costado 1800 M€, aunque ha recurrido la decisión de la Comisión Europea. Ahora se le abre un frente legal más en EUA, y van tres, debido a que el ministerio de Justicia del país estima que ha abusado de su posición para monopolizar el mercado de los teléfonos inteligentes en el país.
La situación allí es que Apple acapara más del 60 % de las ventas del sector, lo cual lo sitúa en una posición dominante porque el segundo vendedor, Samsung, apenas supera el 20 %. La demanda asegura que Apple elimina la innovación con sus tácticas comerciales, con restricciones artificiales a la elección de cómo usar ciertas características de los iPhone.
Además, estima que introduce limitaciones artificiales durante el proceso de revisión de las aplicaciones, teniendo la capacidad de eliminar aplicaciones que le puedan hacer competencia, o aquellas que permiten su uso entre distintas plataformas. Pone el foco en las API para limitar el envío de mensajes de iMessage a Android, por ejemplo, pero también en el uso de Apple Pay o sus relojes, que solo funcionan con los iPhone.
Apple estaría usando ese control en la revisión de aplicaciones para eliminar las superaplicaciones, aquellas que ofrecen una variedad de funcionalidades en una sola aplicación. Al ponerles trabas estaría minando la innovación en el sector, además de evitar que los usuarios puedan tener la misma experiencia entre dispositivos de distintas compañías.
El fondo de la demanda no es muy distinto al que llevó en la UE a aprobar la Ley de Mercados Digitales, la cual pone el foco en la interoperabilidad entre sistemas operativos y servicios como los de mensajería, así como permitir tiendas de aplicaciones distintas a la App Store en iOS. Pero en la UE tiene una cuota de mercado que puede estar en torno al 20-30 %, dependiendo de qué informe se mire; en algunos países no llega ni al 15 %.
Obviamente a Apple le parece fatal esta demanda, cree que da al Gobierno el poder de decidir cómo tienen que diseñar las empresas sus tecnologías, cree que afecta a la tecnología que los usuarios esperan de Apple, y toda la mierda habitual que dicen las grandes tecnológicas estadounidenses cuando una demanda de este tipo es presentada por un Gobierno para defender al consumidor. Apple no ha mencionado en ningún momento qué problemas concretos acarrea esta demanda para sus usuarios porque, bueno, no los tiene.
Vía: 9to5Mac.