China lleva tiempo tomando medidas para proteger sus intereses nacionales en el terreno del uso de procesadores extranjeros, del mismo modo que está haciendo EUA. Ambos países están enfrascados en una guerra tecnológica de la que ninguno se beneficia. Al igual que las agencias gubernamentales estadounidenses no pueden usar procesadores chinos, las chinas ahora tampoco pueden usar procesadores estadounidenses.
La prohibición afecta a los estamentos por encima de los ayuntamientos del país, aunque es una simple continuación de las normas vigentes. China usa sus propios algoritmos de cifrado, por lo que en realidad desde hace tiempo los procesadores de Intel y AMD le sirven de poco para lo que son comunicaciones sensibles. La prohibición es algo que en la práctica ya estaba en efecto, pero ahora es oficial.
La llegada al mercado chino durante los últimos dos o tres años de procesadores de empresas subvencionadas por China ha allanado el camino a hacer efectiva esa prohibición. Entre los procesadores fiables para uso gubernamental están los de Huawei y Phytium, porque son las que crean procesadores para centros de datos. También hay otras compañías en la lista blanca como Zhaoxin que no usan la arquitectura x86 sino otras creadas por empresas chinas.
Vía: TechSpot.