Intel tiene dificultades económicas, pero nada que vaya a hundir a la compañía. Está muy lejos de ello. Pero ciertamente está teniendo que tomar decisiones que tienen que ver con su plan de lanzamiento de productos. Por ejemplo, ha cancelado el proceso litográfico 20A para ir directamente al 18A. En el terreno de los procesadores, los rumores apuntan a que habría cancelado el refresco de los Arrow Lake S para ir directamente a los Nova Lake. Los primeros son los Core Ultra 200 y los segundos ahora serían parte de los Core Ultra 300. Al menos en el entorno de los procesadores de sobremesa.

Sería cambiar la táctica a la de AMD, que le está dando buenos resultados económicos, porque Intel suele lanzar una generación con cambios más importantes en la arquitectura y luego un refresco con modelos iguales pero con mayores frecuencias o cambios en la configuración de núcleos entre modelos equivalentes de las series. Mantener un año más en el mercado una generación reduciría bastante más los costes de producción, pero como siempre daría margen a Intel a sacar posteriormente los mejores chips producidos como versiones especiales con mayores frecuencias.

Vía: Videocardz.