Intel está revisando los costes de sus procesadores porque no le salen las cuentas, literalmente. Está en apuros financieros que, aunque no le van a llevar a la quiebra, sí que están haciendo que se replantee proyectos. Entre ellos, los de los procesadores con memoria integrada en el encapsulado, los Lunar Lake. Tienen ventajas enormes de cara a los ultraportátiles, pero son más costosos de producir, así que Intel no volverá a crear otros procesadores similares en el corto ni medio plazo.
Así lo indicó Pat Gelsinger tras la presentación de sus resultados del tercer trimestre del año en el que ha conseguido controlar el descenso de ingresos aunque ha sufrido unas notables pérdidas debido a Intel Foundry. Como Intel no compra los chips de memoria al mismo volumen que los fabricantes de módulos de RAM, el coste de la inclusión de los chips de LPDDR5 ha sido mucho mayor.
Además, Gelsinger ha indicado que van a proceder a simplificar el catálogo de algunas líneas de productos. Por ejemplo, la de los Lunar Lake es innecesariamente compleja teniendo en cuenta que todos los procesadores son de ocho núcleos y que solo varían en iGPU y memoria. Tampoco han sentado bien los Xeon diferenciando entre núcleos E y núcleos P, y con excesivos modelos que varían en núcleos y frecuencias. Lo tendrán en cuenta para simplificar su itinerario en próximas líneas de procesadores.
Vía: Videocardz.