Take-Two Interactive, uno de los nombres más destacados en la industria de los videojuegos, ha decidido reestructurar su enfoque de negocio con la venta de su sello editorial Private Division. La medida forma parte de un plan estratégico para fortalecer su posición en el mercado de grandes franquicias y el sector móvil, mientras la empresa busca optimizar su rentabilidad en un entorno competitivo.

Private Division, fundada en 2017, se había centrado en apoyar a desarrolladores independientes y se ganó su reconocimiento con títulos como The Outer Worlds y Kerbal Space Program 2. Take-Two mantendrá el control sobre algunos títulos clave aún en desarrollo, asegurando la continuidad de proyectos que habían estado bajo el sello de Private Division. La identidad del comprador no ha sido revelada, pero la transacción destaca la intención de la compañía de centrar sus recursos en sus franquicias principales.

Paralelamente, Take-Two ha reafirmado que el desarrollo de Grand Theft Auto VI sigue avanzando según lo previsto, con un lanzamiento programado para el otoño de 2025. Con estos movimientos, Take-Two demuestra su intención de consolidarse aún más en el mercado de videojuegos, especialmente en un momento en el que la industria se encuentra en plena transformación.

En el tercer trimestre de 2024, Take-Two informó de ingresos de 1353 millones de dólares, lo que representa un aumento del 4 % en comparación con el mismo periodo del año anterior, con unas pérdidas netas de 365.5 M$. Las reservas netas ascendieron a 1470 M$. La compañía atribuyó esta caída a una menor demanda en ciertos títulos y a desafíos en el mercado móvil.