La característica más polémica de la última década de Windows 11 es Recuperación (Recall), porque es una aberración de la seguridad. Básicamente guarda periódicamente pantallazos para que su IA identifica lo que contiene y haga una memoria de todo lo que hace el usuario. Parece guay decirle «cuándo vi en una web unos pantalones marrones para comprar», pero en la práctica alguien con acceso al equipo podría conseguir fácilmente usuarios y contraseñas de los sitios visitados, como han podido comprobar en Tom's Hardware.
Y quien dice contraseñas dice también información sensible como DNI, seguridad social, números de tarjetas y cuentas bancarias, y toda una serie de datos sensibles que no deberían de estar guardados en ninguna parte sin la autorización del usuario. Menos aún cuando Microsoft ha asegurado que esa información no la guarda Recuperación. Esta preinstalado en la actualización 24H2 con activación opcional en equipos con NPU.
Esta característica es como tener una bomba de relojería de la seguridad en el equipo. No debería ser simplemente una activación opcional, sino que debería ser algo totalmente opcional de instalar. Pero Microsoft ha dicho que todo Windows 11 irá con Recuperación profundamente integrado, así que eso es una aberración de la seguridad. Si alguien se hace con tu usuario de Windows, ya tiene acceso a toda tu información con solo hacerle preguntas. Se puede incluso explotar con fallos de seguridad actuales y futuros de Windows para además explotarlo remotamente.
Es que esta característica, tal y como está planteada, no tiene ningún sentido salvo el de hacerle el trabajo sucio a las agencias gubernamentales. Linux o macOS son las alternativas a usar frente a esta basura de Windows, que solo es bueno para jugar, pero como Proton siga su rápido desarrollo, ni siquiera para eso en solo unos años.
Vía: Tom's Hardware.