Intel ha anunciado una oleada de procesadores Core Ultra 200, y para los de sobremesa ha anunciado también un par de chipsets nuevos para conformar placas base de menor precio aunque no van a ser tampoco baratas. Se situarán por encima de los 100 euros debido a que los chipsets H810 y B860 obligan a integrar una ranura PCIe 5.0 ×16 para la tarjeta gráfica.
El chipset H810 no permite almacenamiento conectado directamente a la CPU, mientras que el B860 aporta una conexión PCIe 5.0 ×4 directamente de la CPU. Dependerá de cada modelo que tenga o no una M.2 de este tipo, o se quede en PCIe 4.0, lo cual sería mejor para bajar el precio de la placa base. Ambos chipsets permiten integrar en la placa base Wi-Fi 6E.
En cuanto a los USB, el H810 puede incluir hasta diez USB, divididos en hasta dos USB 3.1, hasta cuatro USB 3.0 y hasta diez USB 2.0. El B860 permite hasta dos USB 3.2, hasta cuatro USB 3.1, hasta seis USB 3.0 y hasta doce USB 2.0, permitiendo gestionar hasta doce puertos USB. Los chipsets en sí tienen un coste de 28 dólares o 31 dólares, lo que supone que incluso las baratas H810, que no permite sobrefrecuencia de memoria, costarán bastante más de cien euros.