La energía nuclear es una necesidad para mantener el estilo de vida actual ya que las energías renovables son comparativamente más costosas. Pero no necesariamente los reactores nucleares tienen que estar basados en uranio, sino que hay alternativas como los reactores de torio que son la apuesta de futuro en el sector. China ya ha puesto en marcha el primero de estos reactores, y en mitad del desierto del Gobi, lo que indica que no necesita agua para refrigerar.

Los reactores de torio usan sal fundida para transportar el combustible a la vez que funciona de refrigerante, casi sin posibilidad de una fisión descontrolada, por lo que a la postre son mucho más seguros. Generan además muchísimos menos residuos que los reactores de uranio. Debido a que no necesitan agua, se pueden instalar en cualquier lugar, incluso zonas más recónditas como el desierto del Gobi en las que si hay cualquier problema no resultan una amenaza para la población.

China ha puesto en marcha este reactor, aunque todavía está en pruebas. Durante la primera fase se ha conseguido un funcionamiento continuo sin fallos, generando 2 MW de energía térmica. El torio es tres veces más abudante en la corteza terrestre, y de por sí genera muchos menos residuos radiactivos de larga actividad durante el proceso de fisión. Sus residuos no se pueden usar para armamento nuclear. Además, se genera más de cien veces más energía que usando una cantidad equivalente de uranio.

La construcción del reactor de torio ha llevado siete años y ha implicado a cientos de científicos chinos. Se da la casualidad de que este desarrollo de reactor está basado en las investigaciones de los EUA durante los años 60, pero que se desecharon en favor del uranio. La información procede de documentos desclasificados y que el grupo de investigación chino estudió a fondo, replicando los experimentos hechos, y posteriormente adaptándolos a los medios actuales. El grupo ya tiene en desarrollo reactores mucho más grandes.