Aunque exista una guerra abierta entre los partidarios de las consolas de nueva generación Xbox One y PlayStation 4 sobre "cuál es la mejor" de las dos (os respondo: de momento ninguna ya que no están en el mercado para compararlas conciencudamente), hay algo que está claro: ambas han conseguido unos niveles de reserva inauditos.
Si habéis intentado recientemente resevar la Xbox One o la PlayStation 4 en sitios como Amazon o Game os dirán que no la vais a recibir en noviembre. Quizás por esa fuerte demanda haya tomado la decisión Microsoft de reducir el lanzamiento de la Xbox One a 13 países en todo el mundo en noviembre: Australia, Austria, Brasil, Canadá, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, México, España, Reino Unido, EE.UU y Nueva Zelanda. Creo que en España y México nos podemos sentir afortunados, ya que se caen de la lista inicial de 21 países Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Holanda, Noruega, Rusia, Suecia y Suiza.
En estos últimos países se aplaza hasta 2014 y recibirán un pack que incluirá un juego (bueno, quizás seremos los primeros en probarla, pero igual salen más beneficiados con el retraso). Es una decisión que puede forzar a muchos a adquirir una PS4, pero es mejor eso que el dejar medio abastecidos los demás mercados en los que se lanzará.