Tras innumerables estudios científicos de prestigiosas universidades de todo el mundo acerca de cuáles son las sensaciones que más placer le producen al ser humano, todos los científicos afirmaron con unanimidad que la más placentera que puede experimentar es verle la cara a su mejor amigo tras clavarle un perfect al Tekken a pesar de que decía que no ibas a ser capaz de tocarle.
Todos los juegos y deportes fueron inicialmente concebidos para jugar con alguien o contra alguien (hasta que algún pobre amargado inventó el solitario) y en los orígenes del vídeojuego también fue así. El mayor ejemplo lo tenemos en Tennis for two, el que muchos consideran el primer videojuego de la historia. Como su propio nombre indica (for two, para dos) era necesario que alguien se pusiera a los “mandos” del osciloscopio contigo si querías disfrutar de esta experiencia. Vale que fuera un juego basado en el tenis, uno en el que necesitas a otra persona para jugar, pero la idea de disfrutar de esa nueva experiencia con alguien ya estaba ahí.
Con el tiempo se empezaron a desarrollar muchos otros juegos, ya con el concepto de videojuego mucho más definido y todos ellos con una “sólida” experiencia para un jugador. Sin embargo el multijugador seguía estando presente en muchos de ellos: Gradius, Mario Kart, Soul Calibur… Protagonistas de muchas tardes en casas de amigos, o en la tuya propia, rodeado de aquellos con los que mejor te lo pasabas. Personalmente guardo gratos recuerdos de muchas de estas tardes. Pero entonces algo terriblemente maravilloso ocurrió.
Internet llegó a nuestras consolas. Quizás la mayor revolución que ha sufrido esta industria en su corta historia, y fue algo increíble. Ahora podíamos jugar con esas personas que estaban a cientos o miles de kilómetros de distancia, hablar con ellas, jugar con gente desconocida de todo el mundo… sin embargo, la herramienta que estaba destinada a acercarnos, nos ha alejado más que nunca.
Pocas son las continuas quejas de la gente acerca de esos usuarios de smartphones que se tiran (nos tiramos) todo el día hablando a través del móvil incluso cuando tenemos una persona en frente nuestra con la que podemos hablar. En cualquier evento o reunión familiar se suceden las imágenes de alguien con la cabeza baja pendiente de una pantalla en vez de disfrutar de los que le rodean.
Algo así ha comenzado a pasar en lo videojuegos. Raro es el juego que no incluye algún tipo de multijugador, Assassin's Creed: Unity o Far Cry 4, eso sí, solamente online, y cada día en más juegos se va eliminando el multijugador local. Quizás ya veáis por donde vaya este artículo, quizás sea un viejo jugador anclado al pasado, pero leches, echo de menos pegar espadazos codo a codo (literalmente) con mis amigos, o descubrir cual de los dos desafina más cantando al Singstar.
Poco a poco las compañías van limitando las opciones multijugador a Internet, quizás sea por falta de medios, quizás crean que ya nadie juega en local. Nintendo puede que sea la única que sigue peleando por disfrutar de esa experiencia de jugar todos juntos, y muchas han sido las críticas que le han caído por ello. Tenía claro que quería reunir frente al televisor a toda la familia con Wii y lo consiguió durante un tiempo (no es fácil enganchar a la abuela a jugar todos los días a la consola), y con Wii U se ha adaptado a los tiempos ofreciendo mejores experiencias a través de Internet, aunque aún lejos de lo que tenemos en PS4 y Xbox One, pero sin perder el placer de jugar con tu familia y amigos.
No, tranquilos, no es otros panfleto pro-Nintendo, es un grito desesperado a las compañías para que no abandonen este tipo de multijugador. Ahora que con pantallas tan grandes jugar a pantalla partida no es sinónimo de quedarnos ciegos o incluso disponiendo de un sistema 3D que nos permite mostrar dos imágenes diferentes en un sola pantalla; ahora seguimos queriendo sentarnos un grupo de amigos frente al televisor a cantar, tocar, bailar o jugar a algún juego party, sí, aún se hacen muchos juegos así, pero también queremos experiencias más serias o “hardcore” en multijugador local, queremos poder quedar con ese vecino que dice que es mejor que nosotros al NFS y poder decirle al cruzar la meta antes que él “¡BAM! En tu cara”.