Circula una polémica inmerecida sobre la cantidad de fotogramas por segundo al que correrá Destiny 2 en la Xbox One X, y Bungie ha salido al paso para apagar el incendido. Si bien Microsoft está vendiendo la consola como la primera en permite jugar a 4K y 60 FPS de verdad, no hay que ser muy listo para saber que será en una serie de títulos concretos, aunque una lista más amplia que la que permite la PlayStation 4 Pro, la cual tiene un 33 % menos de potencia.
Pero con respecto a los FPS hay dos problemas adicionales para llegar a los 60 FPS. El primero, que para no dar ventajas competitivas a los usuarios de Xbox One X jugando a los títulos a 60 FPS frente a los 30 FPS de la Xbox One, hay que limitar el refresco a 30 FPS. El segundo, que aunque la GPU sea potente, la parte de CPU puede representar un problema en ciertos juegos y consolas, sobre todo en las más antiguas.
Eso queda reflejado en la aclaración de Bungie, que ha indicado que en todas las consolas se jugará a 30 FPS. El motivo es el de mantener fijo el número de IA activas, el tamaño de los entornos y el número de jugadores, ya que son tareas vinculadas a la CPU. No tiene mucho sentido mostrar a dos jugadores en el mismo entorno dos números distintos de enemigos dependiendo de la consola en la que jueguen, Xbox One o Xbox One X, si el mundo es el mismo.
Bungie indica que están centrados en las versiones de los juegos para las consolas iniciales, y que están evaluando cómo gestionar los 4K en la Xbox One X, la cual se pone a la venta el 7 de noviembre, mientras que el juego llega el 8 de septiembre. Es probable que en un futuro cercano desvinculen las versiones Xbox One/PlayStation 4 de las más avanzadas Xbox One X/PlayStation 4 Pro para mejorar los FPS o añadir más complejidad al juego, como ya hicieran con las Xbox 360/PlayStation 3 de las de Xbox One/PlayStation en Destiny.
Vía: VG24/7.